Ficha de Sigrun.

Skadi (Skaði) es una persona extraordinariamente independiente, orgullosa, algo altiva y con una marcada seguridad en si misma. Además, es muy adaptable, se acostumbra rápidamente a situaciones nuevas, no la importa esforzarse por aprender, pues la gusta desenvolverse con soltura en todas las areas que se le presenten. Tiene un humor irónico y con aquellos que no le cae bien puede llegar a ser hasta cruel, aunque lo habitual es que haga como que no existen. En definitiva, tiene un marcado sentido del humor desenfadado y despreocupado. No es fácil molestarla, pues no suele tener en la suficiente estima a nadie como para tomarse en serio los insultos, las pullas etc Aunque no lo aparente, tiene bastante paciencia, aunque a veces tenga que esforzarse mucho por ejercitarla, pero cuando se la hace enfadar o toca su límite es bastante imprevisible, la domina una furia fría e insidiosa, y probablemente haga lo posible por devolver el golpe que la han dado.

Se preocupa por aprender deprisa, pero no es una muchacha inconsciente, al contrario, tiene un destacado sentido de la madurez para las situaciones difíciles, se las toma en serio y coopera para sobrevivir. No la gusta que la den órdenes, pero al mismo tiempo tampoco la agrada demasiado dirigir a otros, aunque sea ingeniosa y tenga cierto don de palabra que la otorga carisma. No suele hablar demasiado. Su actitud es desafiante y discute todo aquello que no la parece adecuado a no ser que se la convenzan con buenos argumentos de lo contrario. La gusta mucho divertirse, reírse con amigos, las fiestas, salir por ahí. Es una mujer inteligente, de mente rápida y abierta, astuta, pero muy rara vez actúa con intención abierta de hacer daño a nadie.

A pesar de que no la guste obedecer ordenes, si es capaz de seguir a un líder que haya demostrado ajustarse a sus expectativas de un buen liderazgo. Tiene cierto magnetismo personal, normalmente se mantiene tranquila, con expresión de estar reflexionando acerca de algo o meditando. Sabe que es guapa, pero no parece darle importancia, y tampoco pierde demasiado tiempo con su aspecto físico, se limita a ir cómoda y con lo que le sienta bien y le gusta, no se complica la vida. A veces se deja llevar por las primeras impresiones, pero puede cambiar de opinión con el tiempo. No se meterá en batallas que crea que no tiene posibilidades de ganar, aunque la excitación del combate la atraiga, es prudente, no suele actuar de forma impulsiva. Antes de enfrentarse a una situación difícil, la analiza con cuidado. La cuesta depositar su confianza de forma total en los demás, pero aquellas personas de que disponen de ella son muy valoradas por Skadi. Es una persona en la que se puede confiar, leal y atenta. La es fácil escuchar, y la gusta mantener conversaciones interesantes. Es agradable de trato, atrevida, franca y natural, además de cercana y cálida con un número reducido de personas. A la hora de trabajar en equipo, se pliega bien a las necesidades y demandas del mismo y procura evitar el conflicto. Si se siente herida no suele trasmitirlo de viva voz, es rencorosa y en ocasiones vengativa y cruel. Un exceso de realismo, puede angustiarla y descentrarla, no sabiendo bien como actuar, mermando su capacidad de decisión.

Es una muchacha alta, de un metro setenta de estatura, esbelta y de contornos suaves y femeninos. Tiene la piel clara, el pelo muy largo, espeso, suave, que cae en amplias ondas, de un color tan claro que es casi blanco. Tiene unos grandes ojos almendrados de color azul intenso, rodeados de largas pestañas que los destacan. Las facciones de su rostro son armoniosas y suelen reflejar una expresión de profunda reflexión o de estar perdida en su mundo. Destacan los labios, ni muy carnoso ni finos, cuando se los muerde cuando esta nerviosa o algo la perturba, y se le ponen rojizos. Cuando detecta que alguien la esta mirando, su expresión cambia a otra un tanto desafiante y despreocupada.

Su cuerpo esta trabajado, fruto del entrenamiento físico en defensa personal, juijutsu y sojutsu. Destaca por tener las piernas largas, bonitas, de suaves curvas. Además los pies pequeños y unos senos especialmente desarrollados a los que no acaba por acostumbrarse, aunque ella exagera, no los tiene tan grandes como dice, y tampoco lo tiene en realidad tan exagerado. Procuro llevarlo siempre bien sujeto, sobre todo porque si no es así resulta incomodo para hacer deporte. Tiene una sonrisa realmente agradable, resulta atrayente, cálida y divertida.

Tiene una cicatriz de algo más de 5 centímetros entre los pechos en forma de cruz, que con el tiempo se ha vuelto suave al tacto y algo más clara que el tono de su piel. Nunca le ha dicho a nadie como se la ha hecho y rehuye el asunto.

Ann Marie era una famosa actriz de teatro canadiense que por vicisitudes del destino acabó enamorándose de uno de los dueños de una empresa dedicada a la creación de software informáticos y seguridad: antivitrus, Mihail, de nacionalidad rusa (madre noruega). A los dos años de casados, nació su primera hija, a la cual llamaron Skadi, ya que el padre de la niña muy aficionado a la mitología y el nombre de la diosa cuadraba perfectamente con su tez y cabellos claros. Criaron a la pequeña como dos buenos padres tiernos, amorosos responsables lo harían. Pero el problema residía en que viajaban mucho y por lo general, por separado, por lo que Skadi pasaba cierto tiempo con su madre y después con su padre, pocas veces todos juntos, y la mayor parte del tiempo se quedaba con su abuela de Canadá, estando los veranos reservados para sus abuelos rusos. Desde pequeñita, tuvo acceso a la tecnología: ordenadores, teléfonos móviles, consolas etc y no tardó en coger aprecio a todos aquellos aparatos. Desde entonces, es una enamorada muy bien informada acerca de los últimos avances tanto en software como hardware, y siempre sueñe llevar la tecnología más puntera en sus máquinas. A raíz de esto, se convirtió en una aficionada a los videojuegos, siendo sus favoritos los de rol y multijugador rpg. Con ellos y los libros, su otra gran afición, llenaba aquellos momentos de soledad infantil por los continuos viajes de sus padres. La costó sacarse los estudios por los continuos viajes, pues no era mala estudiante, pero al final lo consiguió, aunque con un año de retraso con respecto a lo habitual. Compensa esto con unos enormes conocimientos sobre el mundo y sus culturas, a fin de cuentas, algo de bueno tenían que tener tantos viajes, y de ahí viene su amplitud de miras y su mentalidad abierta. Inició sus clases de sojutsu cuando cumplió los doce, pues era de la opinión de que las espadas estaban muy vistas, y jamás abandonó dichas clases.

Al cumplir los quince sus padres se divorciaron y eso significó el último empujón para que terminara por hacer valer su independencia. Con un permiso de sus padres, a los 17 años viajaba sola o con ellos a diversas partes del mundo. Terminó sus estudios e intentó iniciar la carrera de Turismo, pero acabó abandonándola, y lo cambio por hacer cursos para ser azafata. No le costó mucho conseguir un puesto de azafata de vuelos internacionales, pues quería tener sus propios ingresos.

No tiene un residencia del todo fija, pero donde suele pasar más tiempo es en Canadá, España y Japón. Su relación con ambos progenitores es buena, aunque entre ellos apenas se puedan ver, cosa que tampoco la marco mucho su adolescencia. Tiene una especial relación con su abuela materna.

A los dieciséis años, la asaltaron unos hombres, no la sucedió nada de gravedad, pero de ese conflicto surgió su cicatriz, y una tendencia a desconfiar y a blindarse, por ello la cuesta abrirse y confiar en los demás. Nunca habla de lo que la pasó, ni siquiera sus padres lo saben, solo su abuela paterna.

En sus últimos viajes a Argentina, conoció a Henry Fitzgerald, mientras hacia turismo y salió con el un par veces.