Esta promesa te hago [Luma]

-Ya no deberías preocuparte tanto, ¿acaso no escuchaste a ese chico informante?- le decía a Luma mientras avanzaba con las manos en ambos bolsillos mirando a la lejanía aquella villa que nos habían indicado unos NPJ durante el camino -Él se entera de todo, cuando alguien llegue al nivel cien se enterara y todos podremos irnos, solo es cuestión de que alguien encuentre el camino- mis palabras eran sencillas, aun con todo lo que paso hace no mucho no creía nada en que esto era la vida real, en cuanto la gente se entrara que sus hijos no despiertas se metería el gobierno y él podría solucionarlo todo, sino en todo caso solo esperar a que un jugador muy fuerte llegara al final y nos abriese camino a todos los demás, no veía sentido en preocuparse como Luma lo estaba haciendo -Así que bórrate esa cara de angustia- llegamos finalmente a una posada que según nos habían indicado brindaba una noche gratis a los recién iniciados, justo lo que necesitábamos para no andar durmiendo a las afueras sin protección. Llegamos y tras acreditar que éramos nuevos nos indicaron que teníamos una habitación con camas individuales.

No era la cosa más maravillosa del mundo pero para mí todo estaba bien, avance hasta la cama más apegada a una ventana y me quite la espada dejándola por ahí, no me preocupaba mucho por tenerla aunque tampoco es que me fuese a deshacer de ella fácilmente; me estire un poco y avance hasta una pequeña mesa para dos personas que encima tenia algunos arreglos muy sencillos -Sabes, yo sigo creyendo que este juego no puede tener tantos niveles, seguramente solo te hacen creer eso para que trates de apurarte y cometas errores- tome asiento con tranquilidad y subí los pies a la mesa echando una mirada por la ventana a las fueras viendo como las estrellas brillaban en lo alto, aunque claro eso podía ser simplemente una ilusión -En cualquier caso, aun si suponemos que todo lo que han dicho es verdad no tiene caso pensar en eso- coloque ambas manos tras mi nuca y le mire con despreocupación allá en cerca de su cama -Como he dicho una y otra vez, si hay jugadores expertos en esto seguro ya han de ir muy avanzados, cuando menos lo esperes vamos a salir de esto- me encogí de hombros.

La verdad es que para mí no representaba ningún problema pensar que podría quedarme aquí por mucho tiempo, claro que necesitaría buscar algo útil que hacer -Sabes, esto no esta tan mal si lo miras, aquí podemos hacer lo que sea, sin nadie que nos esté molestando todo el tiempo- reí un poco como solo podía hacerlo con ella, pero cuando mire su rostro preocupado guarde silencio.

Hubo silencio, supongo que ella tenía cosas que pensar al igual que yo, en realidad yo no mucho, solo estaba divagando en cosas sin importancia, por ejemplo me preguntaba como seria estar aquí por mucho tiempo simplemente subiendo de nivel, ¿podría uno llegar a ser tan fuerte que todos los demás le temiesen?, probablemente. Estaba entretenido en esto hasta que Luma hablo una vez más -¿Qué?- la mire al inicio sin entender mucho -¿Cómo?- ella decía que no podía simplemente cruzarse de brazos y entonces entendí que se estaba refiriendo a la plática acerca de avanzar a través de los diferentes niveles del juego para buscar salir de aquí fue entonces que recordé que a diferencia mía ella si tenía una vida valiosa allá afuera, una familia que la quería y etcétera. Suspire un poco haciendo una mueca de desagrado mirando por la ventana simplemente escuchando más de lo que decía, me dolía verla de esa manera pero no podía simplemente acercarme y abrazarla o cosa similar, así no era yo -Oye…- dije en voz un tanto elevada para que pudiese escucharme -Deja de lamentarte maldición…- no estaba molesto pero no me agradaba mucho hacerla del tipo que consuela, me sentía…raro.

-Pues si no puedes pensar como yo está bien, ¿pero entonces que vas a hacer?- dije en un tono más bajo mirándola desde mi posición con cierta preocupación, era claro que si ella no se podía quedar cruzada de brazos significaba que iba a intentar avanzar aunque no estaba seguro, conociéndola ella a diferencia mía aunque era más aventurera y tenía madera de líder no solía asumir riesgos sin antes estar segura que podía afrontarlos y este juego no era precisamente un test de inteligencia, a veces era cuestión de mala suerte perder.

-A como yo lo veo si no quieres quedarte sin hacer nada tienes dos opciones, la primera esperar aquí como digo yo a que algo nos saque del juego y la segunda es creer en todo eso de los cien niveles y avanzar- retire las manos de mi nuca y me cruce de brazos con las piernas aun subidas en la mesa -Aunque en ese sentido recordemos que para avanzar necesitas ir a otros niveles más peligrosos y que si pasa algo y “mueres” según el tipo de gafas morirás de verdad- me quede callado, yo no creía eso pero ella sí, eso significaba que para avanzar debería arriesgar su vida si es que no quería quedarse aquí a esperar, ¿estaría dispuesta a hacerlo?, no lo creía, sería demasiado tonto hacer algo así solo por no tener paciencia.

Como siempre Luma estaba desvariando, siempre decidiéndose a hacer cosas que ella misma sabia no iba a poder conseguir -Vaya que estas tan tonta como en el mundo real- dije y posteriormente me reí como siempre -Puedes subir de nivel, ¿pero acaso crees que no te encontraras con cosas más fuertes que tú?, además quien te va a seguir, no conoces a nadie y eres una “noob”, apenas te vea un maleante te matara y se quedara con tus cosas, a lo mucho llegaras al nivel diez si tienes suerte- mis palabras eran hirientes pero era la verdad, yo quería resguardarla de sí misma, de su propio juicio, aunque yo a veces asumía riesgos innecesarios no era totalmente idiota para lanzarme a lo desconocido sin saber nada de nada -Y en todo caso si vas a avanzar es mejor que sepas algo, así que podrías ir con ese chico Makoto y el otro del nombre raro- esto lo dije con cierto desagrado, no me gustaba que se le acercara a los chicos pero que le íbamos a hacer, no podía siempre tenerla esposada y menos en este mundo donde algo me parecía momentáneamente más llamativo…mi libertad.

-Pues hazlo, seguro serás de gran ayuda para subir un nivel- bromee de nuevo y me eche a reír descaradamente, no creía que ella pudiese hacer mucho, no porque fuera débil o totalmente inútil sino que ya habíamos perdido mucho tiempo y varios jugadores estarían muy aventajados a comparación nuestra, como dije al final, todo se reducía a esperar. De un momento a otro cuando ella dijo que iría sola la observe un momento, ¿acaso acababa de decir aquello de verdad?, baje las piernas de la mesa por la impresión y cuando comenzó a decir todo lo demás no pude evitar enojarme un poco -Y sigues con eso, ¿cómo sabes que ese tipo no nos mintió?, es decir, yo ahora mismo podría salir y decirle a una niña boba como tú que acabo de matar a un dragón y me creería, es muy fácil mentirle a la gente, seguro es un tipo metido en el juego para asustar a la gente y hacer esto más “real”, ¡nada va a pasar!- eleve un poco la voz y me volví a la posición indiferente que tenía desde antes, vaya que poco a poco todo este asunto de los cien niveles me estaba colmando.

-Pues vas a morir y punto- le respondí cuando dijo aquello -Y cuando eso pase vas a despertar y veras que yo tenía razón- ella se disculpó y la vi avanzando a la puerta diciendo que tenía que avanzar, por un momento sentí miedo y me levante un poco rápido casi intentando detenerla, pero próximamente me sostuve, por orgullo o lo que fuera -Bah…no te disculpes conmigo, total nunca espere estar acompañado, de todos modos más para mí- me senté en la silla viendo a las afueras con cierta tristeza y enojo -Yo me quiero quedar aquí para siempre, así que si sales y ves a mis padres diles que me dejen aquí- fue lo último que dije, no iba a intentar detenerla, no porque no podía “rebajarme” a eso, si debía quedarme solo así seria, la verdad es que no quería creer en los cien niveles, porque eso significaba creer que podía volver a mi vida anterior…y yo no quería eso.

Solo esperaba que ella se fuera pero eso no ocurrió, de un momento a otro ella se acercó hasta la mesa y con fuerza azoto la mesa asustándome un poco pues no me lo esperaba, casi me caí de la silla pero logre estabilizarme, ella me grito directamente y la mire de una forma extraña, nunca la había visto de esa manera, siempre la conocí como la chica sumisa y la que aceptaba todo lo que se le decía -por eso en nuestro primer encuentro la encontré con niños molestándola- quise decir algo pero no supe cómo hacerlo, ahora mismo parecía como si cualquier cosa que saliese de mi boca estuviese mal dicha, baje las piernas de la mesa y me quede estático simplemente mirándole con toda la cara llena de sorpresa; nos quedamos en silencio un momento mirándonos y no hubo necesidad de decirnos lo que cada uno estaba pensando, por su parte ella parecía estar acumulando cólera por todo el tiempo que la había tratado mal, por mi parte yo estaba recordando tantas veces que por culpa de mi frustración la había molestado y ahora parte de la culpa me estaba cayendo encima.

De un momento a otro grito de nuevo y yo trate de calmarla pero antes de eso tomo el florero y lo tiro haciendo que este prácticamente se desintegrara, una vez más comenzó a hablar pero yo no dije nada, solo me quede en silencio, le miraba pero no decía nada, en parte todo lo que estaba diciendo era verdad pero yo jamás lo iba a aceptar, no porque eso sería derrumbarme ante ella y eso no me lo podía permitir, necesitaba ser fuerte, porque eso era todo lo que tenía, mi imagen frente a ella era lo único que me quedaba y aparentemente nada más importaba. Cerré mis puños y solo soporte todo lo que me estaba diciendo, cuando dijo lo último la mire como se iba pero no trate de detenerla, no hice nada más, solo me quede ahí, meditando todo, al final siempre iba a resultar lo mismo, es decir, yo solo, pensaba que este mundo era grandioso, que la libertad y no tener a nadie de mi familia me daba una oportunidad de poder disfrutar de una “vida” sin complicaciones, pero ahora con el riesgo de perder a Luma todo eso no se mostraba tan bello, porque…quedarme solo aquí sería lo mismo que estar solo afuera.

-Bah que importa, yo solo puedo hacerlo- trate de animarme como siempre hacia en mi casa -Tarde o temprano encontrare algo interesante que hacer y la voy a olvidar, de todos modos no la necesito- recogí una de las flores que habían quedado tras la ruptura del florero y mire por la ventana buscando olvidar la plática, sin embargo no podía, todo me daba vueltas, además la sola idea de que esto fuera real y que ella terminara muerta me daba escalofríos, ¿qué tal si un día me enteraba que ella pereció en el juego y que nunca más la volvería a ver?, si ella se iba sola lo más probable es que nunca nos volveríamos a encontrar, quien sabe. -Estupideces…- negué un poco y me acerque a mi cama sentándome, mire la otra vacía con cierto pesar y después al suelo, lo peor de todo no era la discusión, a fin de cuentas como siempre lo peor de todo era estar totalmente solo.

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Me tire en la cama mirando al techo -¡Ya deja de pensar en eso, no importa, aquí tienes todo lo que siempre has querido!- me reproche en voz alta tratando de omitir la voz molesta de mi interior que a cada tanto trataba de hacerme sentir mal, no entendía porque demonios esto estaba tomando tanta relevancia, a mi parecer no tenía que ser así, en la vida real aunque siempre estábamos algo unidos no es como que fuéramos los mejores amigos -Ella seguirá su camino yo el mío…así de fácil- cerré mis ojos recordando muchas cosas respecto a nosotros, Luma aunque despistada siempre había sido popular entre los chicos y ella a diferencia mía tenía amigos, de hecho recuerdo que una vez conocí a uno de sus primos y por poco acabamos a golpes, ¿entonces para qué diablos me preocupo?, ella encontrara con quien ir, llegara a los cien niveles y saldrá de este juego, yo me quedare aquí y con el tiempo me acostumbrare, quizás hasta me haga amigo de algún NPJ solo para no estar completamente solo, con el tiempo eventualmente moriré pero qué más da eso, morir es mejor que regresar a una vida miserable.

Y si ella moría que más importaba, si esto era un juego solo iba a despertar y ya, ¿y si era verdad?, pues…qué más da también, si de verdad era esto real y ella moría seria su culpa por ser tan tonta en avanzar, además yo nunca sabría más de ella, sería lo mismo que estuviese viva o muerta, para mí no importaba mucho eso en realidad. Me doble a un lado listo para dormir, ya mañana seguro olvidaría todo esto y estaría tan feliz como el primer momento que me entere de que estaba atrapado aquí sin que mis padres me molestaran.

Gire a un lado y a otro por varios minutos sin poder dormir, aparentemente la cama no era muy cómoda, golpee un par de veces en el colchón tratando de ablandarlo pero no pude, molesto finalmente me levante tomando mi espada y saliendo del cuarto, baje hasta la estancia para decirle a la que atendía que me iría de ahí, era lo mejor, de todos modos cuando Luma despertara mañana ella tomaría su camino sola, yo por mi parte seguramente regresaría a la ciudad de los inicios para continuar con mi vagueo habitual antes de encontrarme con ella y los otros tipos. Guarde ambas manos en mis bolsillos saliendo y echando una última mirada a esa posada -Supongo que este es el adiós…- dije en voz baja y mire al cielo un momento -Nunca me gustaron las despedidas…- fue lo último que mencione para avanzar en el camino que daba regreso a la ciudad de los inicios, tenía que creer en mí y en que la soledad era mi única acompañante, no necesitaba a nadie, esa siempre fue mi filosofía y hasta el momento me resultaba de maravilla, ¿por qué habría de cambiarla ahora solo por Luma?, para nada

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El sol salió finalmente, todo poco a poco se iba iluminando mientras algunos NPJ pasaban a mi lado, ahí sentado bajo un árbol dormitando levemente, un ruido sordo de campanas me despertó, bostece y me estire un poco mirando el camino que había tomado la noche anterior -Hoy será un buen día- estaba feliz y contento, tome la decisión más acertada la noche anterior, ¿por qué hacerme la vida difícil cuando con unas simples palabras había podido ahora llegar a una gran oportunidad?, eso es algo que Luma no acababa de entender, las acciones dicen más que las palabras y ella muchas veces tendía a confiar más en las palabras que en los hechos palpables. Limpie un poco mis ropas pues algo de tierra se les había impregnado y tras rascar un poco mi cabello comencé a avanzar por el camino de terracería, una pequeña colina se elevaba más al frente opacando la vista y yo simplemente iba con una tenue sonrisa, no muy común en mi pues siempre tendía a estar de manera neutral para evitar mostrar lo que sentía en un momento u otro, ahora no era el caso, estaba completo con lo que iba a hacer a continuación.

Llegue a la cima de la colina y comencé a descenderla avanzando hasta otro pequeño de terracería, una vez ahí tome asiento debajo de un árbol sintiendo la brisa correr, pase así algunos minutos disfrutando de la soledad hasta que -¡Ja!, ¡siempre tan lenta!- dije en voz alta cuando la figura de Luma se hizo presente en el sendero, pero no la mire, solo cerré mis ojos con esa sonrisa -¿Y para esto hiciste tanto escándalo ayer?, vaya que sigues siendo una niña escandalosa- hice un ademan con la mano en modo de pequeña broma como siempre.

-Como sea…- me puse de pie mirándole al momento que volvía a guardar mis manos en ambos bolsillos y daba un pequeño salto quedando frente a ella a unos metros para darle la espalda y avanzar en la dirección que ella -Ya que tanto te preocupa este tonto juego te voy a llevar a los cien niveles solo para mostrarte lo fácil que es y además si vas sola acabaras en el nivel menos cien de lo perdida que estarás- eleve una mano indicándole que me siguiese -Y para mostrarte que te tomas las cosas demasiado en serio- comencé a reírme un poco, estaba muy feliz, ayer lo había decidido, estar solo en este sitio no compensaría jamás estar con ella -Mientras tú eras la floja de siempre yo fui a reunir información a la ciudad de los inicios, ya conozco el camino al segundo nivel, al parecer esta desbloqueado así que vamos a tener que apurarnos- me detuve un momento y me gire mirándola con un rostro más alegre de lo habitual y aunque por momentos quise decirle algo lindo moví un poco la cabeza y anexe -¿Esperas una invitación?, vámonos, tu eres la que tienes prisa ¿no?- avance una vez más sin decir otra cosa, este era mi camino, ayudarla a salir, llevarla a los cien niveles o perder en el intento.

-Bah, siempre estas enojada desde que te conozco- trate de minimizar lo sucedido ayer, claro que entendía porque estaba aún disgustada pero jamás aceptaría darle una disculpa o similar, no al menos ahora. Cuando dijo que tenía que compensarla me eche a reír como siempre -Te estoy ayudando a cumplir tu meta, ¿y todavía quieres que te dé más?, vaya que eres exigente- continúe el camino mirando al frente, no pensaba darle nada, además ya la estaba ayudando a ir a los cien niveles que más quería, por otro lado si esperaba que le comprase algo estaba muy lejos de eso, ni siquiera tenía dinero. Mire más allá el mercado en todo su apogeo, aparentemente algunos jugadores estaban también aquí buscando dar comienzo a su aventura -Si lo que me dijeron es correcto entonces no deberíamos tener problema en llegar al nivel dos, aunque no sé, a veces dudo de si es la verdad, esos NPJ pueden ser bastante contradictorios- no conseguí la información de un jugador vivo, sino de esos personajes que uno se podía encontrar de cuando en cuando, por lo mismo no me atrevía a pensar que toda la información fuese verídica, pero algo era mejor que nada.

-Además me dijeron que había muchos jabalís rondando por este nivel, la verdad no estoy seguro, no he visto a ninguno- mire al cielo, hacia buen clima, parecía extraño, sentía que en cualquier momento se podían juntar nubes y comenzar a llover de la nada, por alguna razón este tipo de juegos siempre se me había hecho parecer como de esos que cualquier cosa inesperada sucede en el momento menos indicado -Sabes…me he preguntado si aquí podremos tener superpoderes o algo, tu sabes, como lanzar fuego o cosas así- mire mis manos, a fin de cuentas esto era realidad virtual.

Llegamos finalmente al mercado y me detuve ahí esperando a que ella tomase ahora el control de la situación -Como dije, te ayudare a llegar a los cien niveles, pero ni esperes que yo vaya guiando el camino- mencione con un poco de altanería -Tu eres la que quieres llegar al final así que tu serás la que tome el camino y las decisiones, yo solo estaré ahí para evitar que te coma la tierra o algo parecido- era lo mejor pues yo nunca tuve madera de líder, cosa que Luma si tenía, por ello decidí darle el control.

-Ahora resulta que hablo mucho, quien entiende a las mujeres- exclame un tanto fastidiado pues aparentemente todo lo que hacía estaba mal, pero que se le iba a hacer. Llegamos a una banca y me senté ahí era extraño pensar que uno se cansaba como en el mundo real, como dije alguna vez, este era un gran juego virtual tanto así que parecíamos estar vivos, pero no le iba a dar más importancia de la necesaria a esta cosa. Sentí como Luma se recargaba en mí y me sonroje un poco pero mire a otro lado tratando de omitir aquello -¿Buen clima?, eres bastante ilógica, te preocupas por llegar a los cien niveles y ahora solo te preocupa el clima- negué un poco viendo a los personajes ir y venir, no alcanzaba a ver otros jugadores por lo que supuse ya se habrían largado de este sitio -Pues si es o no verdad poco me importa- respondí con cierto enojo igual que siempre -Lo que sí es verdad es que si quieres llegar al nivel cien primero debes pasar por el nivel dos y este descubierto o no iremos ahí- ahora yo estaba convencido de avanzar, no tenía miedo, esa palabra era poco usual en mí, mas considerando que esto era un juego.

Estábamos ahí sentados cuando de un momento a otro un crio se acercó, pequeño y gracioso, me causo ternura como la mayoría de los renacuajos que por alguna razón me eran empáticos, pero sus palabras fueron bastante raras -¿Lobos?, ¿uno grande?, ¿de qué hablas?- lo vi extrañado y cuando comenzó a correr me levante de repente sin fijarme si Luma caía y fui tras el -¡Hey renacuajo espera!, ¡no es bueno que un niño ande por ahí solo!- comencé a correr tras su persona.

Estuve a punto de chocar con algunos NPCs pero logre esquivarlos tratando de seguirle la pista al pequeño engendro mientras elevaba la voz -¡Luma, sígueme!- volví la vista buscando al chico aunque por momentos sentía que ya no daba con el “¿Un lobo grande?, a qué diablos se estaba refiriendo con eso?” retumbaba una y otra vez en mi cabeza, según me habían dicho aquí existían muchos jabalís pero nunca nadie de los NPCs comento que existieran lobos o cosa similar, por lo mismo aquello se me hizo tan interesante, ¿a qué diablos se estaba refiriendo con todo eso?.