Así que tu eras... || Lizzie Bellamy

Camino por la calle que me dirige a la colonia donde vive Roy. Al parecer hoy falto a clases y no entiendo del todo por que, a decir verdad solo esperaba que no estuviera enfermo aunque eso era extraño, el casi no se enferma y si así fuera no sería motivo para saltarse las clases. Es decir, es verdad que él se salta las clases, pero nunca suelen ser por enfermedad... En si es raro de decir, aveces él no va por que prefiere pasear por otros lugares en lugar de estar en una escuela que lo molesta todo el tiempo pidiéndole conocer a sus hermanos.

En realidad... Nadie sabía de ello, es decir, de que sus hermanos eran dos personalidades famosas... Pero el rumor se esparció como plaga cuando una chica vio a Roy a lado de su hermana un día que llego ella de sorpresa buscando a su hermano. Aquel día yo no estaba presente pues estaba en el club de atletismo, pero pude enterarme por los murmullos de la gente día a día.

Aveces compadecía a Roy por esto, pues el era solo podía estar a la sombra de sus dos hermanos al no ser tan deslumbrante como ellos. Pero el estar a su sombra el buscaba siempre al menos alejarse de ahí, cosa que aveces llegaba a afectarme pues aveces llega a desquitarse conmigo diciendo que es mejor que yo, pero se el por que lo hace y quizás por eso no me molesto, ademas de que soy una persona muy paciente con él...

— Espero realmente no se haya enfermado. — Dije en voz alta mientras terminaba de caminar llegando a una zona residencial lujosa, quizás la más lujosa de esta ciudad. — Parece que he llegado. — Me dije para intentar acceder a ella a lo cual tuve muchos problemas pues al inicio un guardia de seguridad no me dejaba pasar, tuve que dar información al por mayor para que me dejara entrar, primero mi nombre, el asunto al que iba, a quien iba a ver, la dirección de la casa, citar al menos 4 miembros de ella, decir nuevamente el asunto, darle mi mochila para que la revisara y luego los apuntes que llevaba en la mano, al final me dejo pasar pero no sirvió de nada pues llegando a su casa -si es que a una mansión de ese tamaño se le puede catalogar como simple "casa"- otro guardia me detuvo diciendo que era el guardia personalizado de esa casa. Pensaba que iba a decir el mismo repertorio y sin que dijera palabra alguna comencé a decirlo en orden que me lo pregunto el guardia anterior más aparte entregando los útiles y mi mochila al guardia. Cuando acabó me dijo que esperara. « Fantástico.. ¿Ahora que?» Al parecer el guardia comenzó a hablar con un aparato con vídeo, nunca antes había visto uno a lo cual lo miré con curiosidad pero el guardia tan engreído se puso enfrente para obstruirse la vista, fruncí un poco el ceño y esperé que hablara aunque al parecer nadie de la familia quería contestar pues eso creo haber escuchado de uno de los sirvientes hasta que al final una voz de una chica sonó en aquel aparato. Escuché como el señor le dijo mi nombre y todo el repertorio de cosas pero no me dejaban entrar aún, comenzaba a impacientarme. « La primera vez que vengo a su casa... y no me dejan entrar a ella.. Genial. » Suspiré para escuchar como abrían la puerta diciéndome que entrara a lo cual agradecí intentando ocultar mi molestia y entré por un inmenso jardín con una fuente en medio. Lo peor de todo que eso solo era la entrada, así que cuando llegué a la casa toqué un nuevo timbre y la misma voz de la chica volvió a resonar en el comunicador apareciendo una imagen de ella, al verla quede un tanto sorprendida pues no esperé que la hermana de Roy me abriera la puerta, ademas de que, nunca antes la había visto a menos de que fuera en los comerciales o en portadas en los puestos de periódicos. Pero a pesar de eso logré hablar. — ¡Ho.. Hola! Buenas tardes... ¿Se encuentra Roy? — Sonreí un poco tímida esperando me contestara y al menos me abriera la puerta...