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A Beater in The City { Kage }

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Mensaje por Invitado Sáb Dic 01, 2012 7:12 pm

Las calles estaban mas que pobladas cuando Kurae salió de aquella herrería dirigida por NPC’s que tanto le había gustado durante el beta. Las personas o, mejor dicho, los avatares se veían completamente felices inundando las calles y explorando cada quien a su forma particular; algunos buscaban compañeros para una Party, y otros simplemente se dirigían a los Fields entusiasmados. La jovencita menuda de larga cabellera negra que era su avatar sonrió levemente antes de perderse por las calles de Starting City otra vez.

Había una parada importante que debía hacer antes de ir a cazar, y eso era…

Ir a las pastelerías.

Era poco usual que los jugadores novatos se interesaran en cualquier tienda que no fuese de armamento o las herrerías, por lo que si su lógica no le fallaba en estos momentos había más de 35 reposterías en Starting City completamente vacías. Llamándole. Un sonido de gusto absoluto salió de su garganta tan solo con pensar en esto. Ah, ¡como le gustaría visitarlas todas en ese momento!

Lamentablemente, recordó que no había venido a SAO para satisfacer su gula.

Con un suspiro de resignación y un ligero desliz de sus dedos abrió la ventana del menú del jugador, vio el mapa de la ciudad rápidamente y trazo la ruta más rápida hacia la pastelería más cercana que cumpliese con sus expectativas. ¿Por qué tomarse tantas molestias por un simple trozo de códigos que su cuerpo jamás probaría en la realidad? Esto se debía simplemente a que ella amaba las cosas dulces, y a que era la única forma de satisfacer su antojo mientras estuviese en ese mundo.

Después de todo, seria muy estúpido desloguearse sin si quiera haber acabado con un monstruo en los campos de caza solo para satisfacer un ridículo antojo.

Usualmente un jugador común no se preocuparía por cosas tan triviales e insignificantes, si no que como mínimo se molestaría en aprenderse lo rudimental del juego; las zonas seguras, la localización de las áreas de caza, los duelos, etc. Pero ella ya había tenido su tiempo de preocuparse por ello en el beta por lo que ahora simplemente podría decirse que contaba con ciertas ventajas en cuanto a conocimiento.

Llego a su destino y tal como pensó no había ni un solo jugador dentro. Esto le hizo feliz pues no tuvo que esperar para obtener aquello que había ido a buscar.

¡Cheese Cake de fresa y chocolate, como te extrañe!

De haber podido el avatar hubiese pegado el rostro a la vitrina y le habría susurrado palabras de adoración al trozo de códigos en forma de apetitoso pastel, pero esto habría sido algo demasiado extraño aun si lo hacia delante del NPC quien preguntaba con una amabilidad pre-programada si se le ofrecía algo.

Pagando la cifra de Col correspondiente se dispuso a disfrutar de su pequeña recompensa en una de las mesas colocadas convenientemente frente a la pastelería. ¿Qué importaba que fuese un pedazo de datos? Ese seria el pedazo de datos mas delicioso que probaría en el día.

¡Amo haber nacido en esta generación!

Exclamo gustosa después de dar el primer bocado.

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A Beater in The City { Kage } Empty Re: A Beater in The City { Kage }

Mensaje por Invitado Sáb Dic 01, 2012 8:11 pm

A BEATER IN THE CITY

Aquel déspota señor que comanda desde lo más profundo de su ser, señor maligno, regente de todo un imperio vasto. Ese hacedor de leyes que libera tantas emociones y pocos resultados. Aquel que se mostraba finalmente como lo más profano de su ser: El apetito. Pero entonces surgía la pregunta de, ¿Cómo podría tener hambre en el juego? Sword Art Online sin duda había sido programado por el mayor genio que habría tenido la humanidad. Un juego de realidad virtual completa que dominaba los cinco sentidos y hasta identificaba necesidades como el habla, el sueño, la alimentación y otros. Aún así, el apetito de Kage era inmenso y mucho más complejo que el de cualquier otro que haya conocido en vida. Tenía la característica de saciarse aún mucho más con golosinas, dulces y cualquier tipo de bocadillo de sabor acaramelado o placentero que se derritiese en su boca. Amante de la repostería por excelencia, se vio obligado a sucumbir ante ese poderoso rey supremo, que se posaba imponente sobre él, obligándole a ir por un poco de pastel. -¡Pastel! Vaya delicia… Y creo saber donde poder encontrarlo…- Dijo sonriente, mirando al vacío, mientras que las personas cercanas le miraban con cierta intriga.
Kage se encontraba aún en la plaza principal, donde había aparecido. Su hermano no se presentó y el asunto del botón de “Log Out” era aún más inquietante. ¿Realmente que estaba pasando y como podría solucionarlo? Sin duda él no podría hacer nada. Ahora estaba al nivel de cualquier jugador de Sword Art Online, siendo solo un usuario de un magnífico juego. No se quejó. Realmente era lo que esperaba, pues Kazuma nunca se conformó con lo que le brindó el anterior mundo. Un mundo fantasioso, perfecto, que le permitiese ser tan libre como pudiese, aún cuando le cortasen las alas y le encerrasen, era considerado para Kazuma, ahora Kage, un regalo de los Dioses. La ciudad de los Inicios siempre se vería reflejada por su tremenda grandeza y calidez, siendo así una perfecta ciudad en pro al recibimiento de los usuarios. Aún así, Kage prefería mantenerse alejado de las ciudades. Por alguna razón, se sentía más confiado, o tal vez poderoso, allí en las afueras de las ciudades. Al mirar el mapa que le proporcionaba el sistema, recordó entonces lo que debía hacer.

Aún cuando sabía que era más importante algo como la seguridad, no podía ignorar el hecho de que se moría por uno de esos pasteles de la repostería a la que tanto frecuentaba en el evento Beta del juego. Se sabía el camino de memoria. Todo gracias a su gran sentido de orientación y a su máximo empeño que le llevó a explorar completamente dicho nivel. Sería fácil superarlo, aunque sabía que los siguientes niveles ya serían todo un reto para él. Dejó de un lado sus pensamientos hacia la supervivencia y al combate. Empezó a caminar casi inconscientemente y se dirigió a uno de los callejones que conectaban la calle principal y aligeró el paso para llegar más rápido. Estaba a punto de empezar a babear. El solo hecho de pensar en aquel delicioso pastel, aquel delicioso ponqué de la mejor calidad, le traía recuerdos. Aún cuando poseía la habilidad de cocina magnífica que le permitía crear pasteles del tamaño de un jabalí y tan deliciosos como cualquier que haya probado antes. Y fue la receta que le confió el NPC encargado de la repostería cercano al centro de la ciudad, la cual le condujo a su pasada habilidad de cocina. Ésa receta sin duda le sedujo y le llevó a convertirse en un cocinero, adoptando el skill como propio. Unos cuantos ingredientes nunca fueron barrera para él, pues siempre que avanzaba se abría paso entre loots y lograba adquirirlos.
Sin embargo, antes de delirar por un poco de pastel hecho por él mismo, debía aprender el skill y aprender unas cuantas recetas. No sería gran problema, pero por ahora, dependería un poco de las habilidades del NPC.
Estaba un poco desolado. Vacío como debía ser habitual. La mayoría de usuarios tenían que correr a comprar sus equipos en busca de comenzar a subir de nivel en las afueras. No esperaba que el lugar alrededor de la repostería estuviese repleto de jugadores y mucho menos que estuviesen dentro comprando todo tipo de postres. Pasaba y notaba ya el olor delicioso de la harina mezclándose con los huevos y el azúcar. Como una bestia, empujó la puerta del lugar y entró con cierta rapidez, ignorando si se encontraba o no alguien dentro. No lo esperaba realmente, así que se dirigió a la barra y le dijo a la NPC encargada con una sonrisa. -¡Hola! Un Cheese…- Fue interrumpido de repente por la sorpresa de la situación. ¿Acaso era broma? ¿Qué hacía allí una mujer comiendo pastel? Increíblemente había un jugador comiendo cuando debería ser su naturaleza ir a comprar en la herrería, pero lo más extraño era que… -¡Te vas a comer todo el Cheese Cake! ¡NO! ¡Déjame un poco!- Dijo acercándose a ella con cierta brusquedad, aunque nunca hiriéndola o tratando de ser excesivo en sus acciones. De repente, soltó sus brazos y se inclinó, posando sus manos en sus rodillas y bajando el torso. -Lo siento mucho… Es solo que… ¡Tengo hambre!- Había olvidado por completo que la tienda estaba repleta de pasteles y que no podrían acabarse dentro de un rato, pues probablemente la primer cliente era la muchacha de oscura cabellera. Unos cuántos col y pagó el precio del pastel de queso de Fresa y Chocolate. Era uno de sus preferidos sin duda. Entonces miró a la mujer, con el pastel en mano y le examinó. Teniendo en cuenta que Kage nunca cambió su apariencia respecto al juego, pues mantuvo su apariencia igual a la de la vida real, ella se parecía mucho a él. En apariencia y en gustos, parecían idénticos; como su hermano. -¿Te importa si te acompaño? Es extraño encontrarse con alguien aquí… Supongo que el pastel es tan delicioso para ti como para mí.- Le dio un bocado al pastel, dejando algunos trozos de comida cercanos a su boca y devorando el mismo casi en un segundo. Satisfecho, miró a la chica aún con los trozos rodeando su boca y sin decir una sola palabra, le miró a los ojos.

Pasó un rato. Todo parecía ir bien. Eran los únicos clientes que habrían aparecido en el lugar y estaban solos, pues no contaría al NPC como compañía realmente. Se acercó a ella y posó su mano paralela a su boca, así derribando unos restos de pastel inconscientemente. -Muffins, helado, panqués, tarta, algodón de azúcar, Pie, galletas, panecillos, chocolate…- Comenzó a balbucear con cierto semblante patético. Estaba emocionado. Probablemente esa mujer amaba los bocadillos tanto como él, y al ver su apariencia, seguro era su tipo. Aunque, el juego aún continuaba, probablemente podría ser un hombre o una mujer con una apariencia totalmente distinta. Se mantendría discreto y aún así, deleitándose con los gustos de su acompañante.

Kurae | Ciudad de los Inicios | Creado por Euphoria

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A Beater in The City { Kage } Empty Re: A Beater in The City { Kage }

Mensaje por Invitado Mar Dic 04, 2012 12:10 pm

El día prometía mucho, y pensando en esto Kurae no pudo evitar dar otro bocado a su trozo de Cheese Cake con satisfacción. Pocas ganas quedaban en su ser de dejar aquella maravillosa tienda e ir aventurarse en los Fields para sumar puntos y ganar experiencia eventualmente, aunque en parte también quería estar allí. Se encontraba atrapada en el dilema de qué debía hacer en ese momento. Era obvio que si no se ponía en marcha se quedaría atrás —y considerando que aun era nivel 1, podía darse por atrasada desde ese instante—, pero también representaba una molestia el irse precipitadamente y dejar aquella otra cosa que tanto le gustaba.

Sí, disfrutaba mucho batallar y vivir aventuras, ya que para eso había viajado a SAO en primer lugar. Pero también disfrutaba la repostería, aunque esta no fuese mas que un pedazo de datos que en realidad solo hacia que su mente registrara que se sentía llena, engañado así a su organismo que descansaba en el mundo real.

Pero, de todas formas, ¿Por qué tendría que ir de prisa? Tenía mucho tiempo todavía para preocuparse por vivir el juego. Y en todo caso, esa no era la primera vez que ella estaba en Aincrad, aunque no se suponiese que debía decir eso en voz alta.

Con esto en mente, Kurae iba a dar otro bocado a su actual deleite personal, pero intempestivamente otro jugador se presento en la tienda igual o más animado que ella misma en un principio. Ella parpadeó, antes que nada sorprendida por el hecho de que le sujeto con algo de brusquedad por los brazos al punto de hacer tambalear la cuchara que ella sostenía. Él parecía haberse olvidado completamente de que independientemente de que ella hubiese tomado “el ultimo” el NPC nunca se quedaría sin mercancía, y en todo caso, aquel Cheese Cake no era lo único que se podía comprar. Pero darse cuentas de estas cosas le hizo sonreír.

Al parecer, ella no había sido el único jugador con la idea de atender sus gustos personales antes que ir desesperadamente a juntar equipos y demás cosas. Aunque bien, esto no era del todo cierto en su caso, ya que Kurae había preferido antes comprar una armadura de preferencia antes de que todo estuviese totalmente saturado y fuese realmente tedioso transitar por las calles.

Adelante. –Accedió una vez el jugador pregunto si podía hacerle compañía. – esto sabe mejor estando acompañada.

¿Por qué no?, se dijo mentalmente.

Probablemente no viniese nadie aparte de ellos a ese lugar en aproximadamente… todo el día, es decir, ningún jugador convencional o novato perdería el primer día de inauguración del servidor estando en una de las miles de tiendas en Aincrad.

Convencional, se recordó vagamente dejando fluir la idea en su mente. Ciertamente, ella no era normal, y por el hecho de que el chico —o lo que sea, esto era el mundo virtual a fin de cuentas— estaba recitando el nombre de aquellas cosas que tanto le gustaban y obsesionaban en ocasiones, supuso que ellos dos estaban tachados de la lista de lo convencional.

Donas. –Aportó repentinamente. – las donas son la policía del dulce reino, los muffins criminales, y los pasteles los monarcas.

Esto, para cualquiera, no tendría sentido alguno. Pero para alguien que amase los dulces tal y como ella, las cosas simplemente se darían por entendidas.


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A Beater in The City { Kage } Empty Re: A Beater in The City { Kage }

Mensaje por Invitado Mar Dic 04, 2012 1:27 pm

A BEATER IN THE CITY

Pensar que nunca podría volver a volar, realmente le dolía. Le dolía en el pecho y en el alma no ser tan libre como antes. Brillaba, luchando solo, aunque a su lado siempre lo conseguía. Una estrella se dibujó en el cielo y allí estaría de nuevo, brillando como siempre, resplandeciente. En un juego donde todo era libertad y sueños, ¿Quién podría pensar realmente algo como eso? Aquel que ha sufrido bastante como para pensarlo. ¿Dónde estaría satisfecho o mínimamente feliz, entonces? -Quien sabe…- Intentó darle un bocado a su pastel, pero recordó que ya se lo había terminado, lamentablemente.
Kazuma sin duda habría sufrido mucho en su vida, pero de alguna forma siempre lograba levantarse y seguir adelante. Un mundo perfecto en el que se puede empezar desde cero como Sword Art Online, era una oportunidad excelente para demostrar lo que valía y tal vez modificar lo que hubiera sido una vida llena de desgracias. Entonces allí surge la pregunta, aquel que solo piensa en una manera de auto-satisfacción egoísta, ¿Cómo podría alcanzar algo como la felicidad? Se dio un golpe en la frente, ignorando que tenía a alguien en frente y que esta podría estar hablándole o no. Para su sorpresa, ella mantenía la calma y estaba bastante segura de qué debía hacer: Comer su pastel. Esa determinación le deslumbró, sin duda. Alzó su cabeza y le miró a los ojos, vagamente. Ella no merecía soportar las desgracias y mal estado del pelinegro, por la razón de que no la conocía y parecía una buena persona. Recuperó su postura y le miró fijamente, sonriente, viendo como se llevaba la cuchara de nuevo a la boca.

No creía que alguien amase tanto los postres como él. Encima era del sexo opuesto, en el juego. Era increíble. Tenía cierta curiosidad, por lo que se mantuvo en silencio examinándola. Probablemente ella se parecía a él en personalidad, aunque no podría averiguar las cicatrices de su vida. En ese instante, un delirio extravagante se posó en su cabeza. Apenas ella correspondió con unas palabras que eran como cánticos angelicales para él, Kazuma se levantó de su silla y golpeó la mesa con ambas manos. El cabello cubría completamente su rostro y parecía estar muy molesto, a simple vista. -E… E… ¡E-ESO ES LO MÁS HERMOSO QUE HE ESCUCHADO EN VIDA!- Usualmente no mostraba sus sentimientos con tanto “auge”, pero era una excepción sin duda. Él era frágil ante la palabra postre y más si venía de alguien que amaba tanto la repostería. Sin duda ella pudo haberlos amado más que él, pero no significa que él los haya amado menos. Apenas soltó ese alarido que retumbó en toda la tienda, se lanzó sobre ella con un salto olímpico ganador que resaltaba su increíble destreza. Probablemente su tiempo de reacción sería muy poco y las probabilidades de que ella predijera su movimiento serían nulos, pues, primero que todo nadie se emociona así por el simple hecho de amar los postres y segundo, Kazuma no la conocía y ella tampoco lo conocía a él. Como un relámpago, tomó impulso y saltó desde su posición directo hacia la chica. Ya se imaginaba él mismo los jurados sosteniendo los carteles de puntuación, con una puntuación excelente digna de medallista.
El impacto no fue fuerte. Trató de no lastimarla, pero apenas cayó, exclamó con mucha confianza. -Tengo planeado convertirme en el mejor cocinero de Aincrad. ¿Te apetece acompañarme en mi viaje por el páramo del bocadillo infinito?- Apenas podía creer que había dicho eso. Justo unos segundos de haberlo soltado de su boca, abrió sus ojos tanto como pudo y se apoyó en el suelo. Sin duda estaba siendo muy infantil y no se vería bien.

Fue en ese entonces que Kazuma decidió ser el mejor cocinero de Aincrad. Había derrotado por fin a un jabalí del tamaño de una de esas camionetas monstruo que hay en la vida real. Fue un festín impresionante, y a pesar de que no sentía gran atracción por la cocina y mucho menos por los aromas, mientras asaba al animal, sentía como su esencia recorría lo más profundo de su corazón y le encantaba con su aroma. En ese mismo instante, justo en el evento del beta de Sword Art Online, reconoció que el arte de cocinar era algo fascinante y que tal vez le podría dar una oportunidad.
Al cabo de unos pocos días, Kazuma ya había probado una infinidad de platillos creados por él mismo, adquiriendo así habilidades impresionantes de cocina que no nunca creyó poder lograr. Las recetas, precisamente las de repostería, eran su nueva afición. Prácticamente salía de las ciudades únicamente para atrapar algo de carne o ingredientes y más que concentrarse en algo como subir de nivel o ser el más rápido con su espada, quería llegar a conocer la receta más deliciosa de todo Aincrad. A medida que pasaba el tiempo, también subió sus habilidades de lucha inconscientemente. Sin duda necesitaría ser fuerte si quería atrapar presas más grandes y más deliciosas y a medida que avanzaba de nivel, eso sería necesario.

Mantenía una posición embarazosa, con sus manos apoyadas en el suelo y sus piernas, desde los pies hasta las rodillas, posadas sobre el mismo. ¿Estaba llorando? Eran lágrimas de felicidad sin duda. Si había logrado atrapar a la chica de cabello oscuro, probablemente ella estaría debajo de él, recibiendo algunas lágrimas y sin duda, muy confundida. -Por favor… Acompáñame. Etto… No estoy seguro… Es algo atrevido, pero… Podríamos hacer una party e ir a conseguir suministros para cocinar. ¿Qué te parece?- Una última sonrisa se esbozó en su rostro. Estaba más feliz que nunca. Sin duda era un buen comienzo, aunque no se había dado cuenta realmente de lo que estaba haciendo… Menos mal no había nadie más que ellos dos en la tienda de repostería. Él estaba seguro de que la chica aceptaría. Lo presentía de alguna forma. Estaba feliz. Sin duda ella aceptaría.

Kurae | Ciudad de los Inicios | Creado por Euphoria

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A Beater in The City { Kage } Empty Re: A Beater in The City { Kage }

Mensaje por Invitado Jue Dic 06, 2012 10:31 am

La situación presentada era bastante inusual. No conforme el destino con enviar a un jugador a su tierra prometida que compartiera sus gustos por los dulces de tal forma, este —el destino— le permitía a Kurae expresarse por primera vez sin signos aparentes de torpeza. Su torpeza social era más que conocida por los suyos, pero ahora sorprendentemente no estaba. ¿A dónde se había ido? No lo sabia, pero definitivamente no la extrañaba.

Algo malo posiblemente le sucedería mas adelante, era más que seguro el hecho de que sus golpes de suerte acabarían súbitamente pronto. Oh bueno, estaban siendo agradables por el momento, y seria lindo en lo que durasen… o que ella se dignase a disfrutarlos, al menos.

Dichas sus palabras el jugador se levanto súbitamente, sorprendiéndole a penas. A pesar de que se veía molesto, ella prefirió callar y dejarle ser antes de sacar cualquier tipo de conclusión apresurada. Pero nada le preparo para la efusiva reacción del otro, que inevitablemente termino por hacer que su alarma de acoso se activase en lo que ella caía al suelo no demasiado aturdida ya que el impacto no había sido fuerte. Ojala alguien le dijese eso al sistema.

Ella, por supuesto, no se había esperado que las cosas se dieran de esa manera, por eso mismo la impresión evito que fácilmente pudiese pensar en siquiera apartarse. Ella normalmente no era lenta, al contrario, en el kendo era un maldito As por lo que sus reacciones usualmente eran veloces, pero una cosa era participar en batallas y otra cosa muy distinta era evitar un proyectil humano sin plantearte al menos la muda incógnita de: “¿Qué rayos…?”

Un poco molesta por el pequeño pitido incesante, Kurae eligió no reportar al jugador que estaba sobre su cuerpo… o bien, el cuerpo de su avatar, y desactivo la torpe alarma. No paso mucho antes de que el jugador le contase que planeaba convertirse en el mejor cocinero de Aincrad junto con la propuesta de acompañarle.

Ella se quedo en un estado meditabundo, considerando realmente la posibilidad.

El hecho de incrementar la habilidad de cocina no significaría un descuido en sus habilidades “físicas”, por lo que de ello no tenía que preocuparse. Además, ella amaba la cocina, especialmente la repostería; y en secreto Kurae había planeado incrementar al máximo su habilidad para cocinar. Sin mencionar el hecho de que Karen odiaba estar sola.

Era demasiado tentador, lo admitía.

Aunque aun le quedaba una importante incógnita por resolver… ¡¿Era malditamente necesario tenerlo encima?!

Ella habría sido fácilmente convencida, posiblemente, pero al parecer su acompañante se emociono un poco. Podía entenderlo, realmente. Sin embargo la posición era vergonzosa y fácilmente malinterpretable. No importaba que fuese un avatar y que realmente ese no fuera su cuerpo —y daba gracias por su apariencia menuda actual—, ella podía sentir gracias al NerveGear tanto el peso del otro como el calor de las lagrimas que caían sobre ella.

Sin embargo, a pesar de estar incomoda esto no cambiaba la decisión que tomó.

Con un simple movimiento de sus dedos hizo desplegar el menú del jugador, poco después de rebuscar encontró lo que estaba buscando y oprimió ‘enviar’ a la invitación de Party que iba dirigida al, probablemente, único player en varios kilómetros.

Supongo que eso responde a la pregunta. Pero igual lo diré en caso de que mi respuesta sea demasiado llana: me gustaría acompañarte. –Sonrió levemente. – aunque primero… ¿podrías, ya sabes, ponerte de pie? Esta posición es un tanto vergonzosa. –Admitió en un vago intento por hacerle volver. –

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A Beater in The City { Kage } Empty Re: A Beater in The City { Kage }

Mensaje por Yui-MHCP001 Sáb Dic 08, 2012 1:26 am


Ya han pasado aproximadamente cinco horas desde que has entrado al juego... Interesante, has paseado por las praderas, has explorado castillos embrujados, has visto fantasmas por los alrededores, y te has divertido, pero quizá tengas cosas que hacer a las seis, como ver a tu novia o alimentar a tu mascota... Es una lástima, ya que no encuentras el botón de deslogueo.

Quizá lo hayas notado y has pensado que es un extraño error, pero ahora comienzas a preocuparte porque no hay manera, tú única esperanza es que llegue alguien y te quite el NerveGear...

Miras hacia el Aincrad, hacia el cielo, preocupado. Justo entonces, cuando comienzas a pensar realmente en ese hecho, sientes un hormigueo en tus dedos... los miras y estos comienzan a desaparecer... Te sientes arrastrado hacia todos lados, pero a la vez comprimido... ¿Qué está pasando? Tan pronto como comienza aquella sensación desaparece... Y cuando abres los ojos, temeroso quizá, ves la plaza donde comenzaste... a tu lado se encuentran bastantes jugadores, y siguen apareciendo más... ¡Qué cosa tan extraña!

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