Al alba [Netheiras, Black & Makoto]

-Dos días, no está para nada mal- pensaba recostado por ahí, como desde hacía tiempo, la verdad no entendía que diablos le pasaba a la gente de este sitio, mucha estaba siempre alterada hablando de los cien niveles y de que todos íbamos a morir, ¿acaso todos eran verdaderamente idiotas?, esto es un juego maldita sea, ¡un juego!, no es como que vayamos a ser descuartizados de verdad, se bien todo lo que se dijo y más aún todo lo que supuestamente ha sucedido con algunos desafortunados pero qué diablos, esto es un maldito juego, seguro que aquello solo es para meter más presión a los jugadores y que se sientan obligados a jugar más, no entiendo cómo es que no se ponen a pensar que siendo un “mundo virtual” el tiempo realmente no ha de importar mucho, seguro que mientras aquí ya van dos días en casa apenas han pasado un par de horas a lo mucho, yo por ello me lo paso de lo más tranquilo, he de decir que estar aquí es mejor que estar en casa, menos en estas épocas que mi hermano viene de visita para presumir de sus millones y de su novia modelo, como le detesto. Por otro lado, suponiendo en la más mínima idea que lo que se dijo de los niveles fuera verdad pues tampoco tendría caso preocuparse, si los tipos que crearon este juego están tan locos como para poner en riesgos vidas seguro el gobierno ya los estaría buscando para matarles, cualquiera de las situaciones nos llevaba al mismo resultado, preocuparse era poco importante, tarde o temprano regresaríamos a casa, yo esperaba que fuese más tarde que temprano por supuesto -En fin…- me levante solo para andar un poco, me quedaría todo el rato ahí tirado pero me dolía ya la espalda.

Guarde las manos en mis bolsillos y avance ignorando a todos, como siempre, quien diría que ser un inadaptado era una ventaja en lugares como este donde no conocía a nadie y nadie me conocía a mí, bueno, conocía a alguien pero quien sabe a la mejor ya había “muerto” y estaba de vuelta en casa con su tía, preparándose para alguna actividad juntas, creo que cuando vea a Luma tengo que agradecerle la idea de entrar a este mundo, no, ¿qué estoy diciendo?, ¿agradecerle?, no, eso arruinaría las cosas, solo hare lo de siempre…nada.

Cuando me di cuenta mis pasos me habían llevado a una sección solitaria cercana a una posada o algo así, estaba por acercarme ahí a ver que se podía hacer cuando reconocí a una chica sola, perdida “Como siempre, no sabes ni donde pisas” negué un poco con la cabeza y avance desde su espalda -¡Hey tú!- la salude como siempre, elevando un poco la voz -¿Otra vez perdida?, demonios Luma tú te perderías en tu propia casa si no tuvieses un plano de ella en tu habitación- me reí abiertamente, para mí esto ya era natural -¿Qué pasa?, ¿me esperabas muerto ya?, la verdad es que yo igual, aunque a juzgar por tu rostro te estas tomando esto demasiado en serio, si sigues así morirás de un paro cardiaco…- ella era la única con quien bromeaba de esta forma, supongo que nuestra infancia influyo mucho en ello, pero aun así, ahora no era lo mismo, pasamos de ser mejores amigos a una especie de amigos rivalizados…complicado.

Como siempre ella negaba todo lo evidente, desde pequeña siempre ha sido así que recuerde, es uno de los aspectos que más risa me causan de ella, pero que se le va a hacer -Si claro, de seguro ya sabes que allá hay una posada- indique con mi cabeza a las espaldas donde aquella estructura se podía ver no muy lejos -Baja la voz, ya te he dicho que cuando hablas recio parece que estás haciendo un berrinche- mencione haciendo una mueca divirtiéndome con ella, podía decirse que me encantaba molestarla, no veía nada más agradable que eso, aunque quien sabe, este lugar no estaba mal, todo lo que me mantuviese alejado de casa era lo mejor del mundo en su momento para mí. Sin embargo cuando ella menciono lo de no querer morir me puse un poco más serio, por alguna razón aunque siempre trataba de menospreciarla si la veía triste o preocupada igualmente me preocupaba, por un momento pensé en decirle que era una tonta, esto era un juego a fin de cuentas, todo lo que estaba pasando era para asustarnos, sin embargo no quería hacerla sentir mal ahora, le daría un pequeño descanso -Como siempre Luma, te tomas demasiado en serio cosas sin importancia- mire un poco al cielo para evitar su mirada -Nadie va a morir aquí, seguro que cuando algo así sucede solo despiertas todo asustado, piénsalo bien, es un juego de realidad virtual, eso significa que ellos pueden hacerte creer lo que quieras, pero eso no significa que pase de verdad, solo tratan de intimidarte para que avances más rápido al nivel cien, para mí que no existen tantos, seguro que al treinta o cincuenta ya se acabó el juego- me encogí de hombros y posteriormente rasque mi mejilla, no era bueno dando consejos en esta situación supongo.

Estaba por decirle algo más cuando un sujeto extraño apareció de repente saludando con una sonrisa amable, inmediatamente note como Luma se colocaba a mi lado, yo simplemente me mantuve con las manos en los bolsillos y mire a ese hombre como miraba a todos que no eran Luma…indiferente. “¿Perdidos?, ¿ayuda?” pensé a mi interior “Oh genial, este es el momento donde un tipo desconocido se acerca para tratar de enamorar a Luma, que original” siempre pensaba así cuando un chico se le acercaba, por no decir que antes del juego ella era muy popular entre los varones, aunque claro…siempre fue tan despistada que ni se dio cuenta.

Planeaba irme con Luma cuando otro tipo llego “Pero qué demonios, ¿es el día del amigo imaginario o qué?” no me gustaba tener cerca a gente que no conocía de nada, mucho menos si esa gente era extraña como estos dos. Luma les respondió algo, yo simplemente me quede en silencio, a su lado pero sin dar indicios de querer hablar ni tampoco de estar buscando ayuda, además ni siquiera estaba seguro de que eran estas “cosas”, a la mejor eran parte del juego y estaban programados para hacer que nos moviésemos.

Me sorprendí un poco cuando el chico de gafas respondió lo que internamente estaba pensando, pero supongo que por mi rostro era bastante sencillo deducir lo que estaba pensando, en cualquier modo simplemente chasquee un poco la lengua restándole importancia, la verdad estos dos tipos me daban lo mismo, aunque dentro de todo Luma poco a poco parecía irles tomando más confianza, como siempre hacia con todo mundo. Se presentó como Netherias y dijo ser un informante, ¿informante de qué?, ¿acaso él nos iba a dar misiones y recompensas?, eso se hace en los juegos según recuerdo, pero en este momento dudaba de ello. Después de hablarnos un poco dijo que podía comprarnos información útil y menciono que conmigo seguramente podía hacer negocios con facilidad -¿Ah sí?- aun con ambas manos en los bolsillos mire a otro lado -Pues a menos que me dejes pagarte con un gracias no seré un buen cliente- respondí sin preocuparme mucho por mi tono de voz. Inmediatamente el otro hombre menciono ser igualmente una especie de guía y dijo ser un beta testers, ¿qué diablos era eso?, no tengo idea pero me dio lo mismo, seguro solo era un nombre raro para una persona igual de rara.

Deje que Luma hablase y se encargara de ellos, nunca fui bueno relacionándome con terceros y a cómo veía la situación uno de ellos era un comerciante, dado que no teníamos dinero no había caso de estarle prestando atención, el otro era un hombre que buscaba ayudarnos supuestamente, tal vez a Luma le interesaba obtener más información, a mí no, la verdad poco me importaba lo que había “niveles” adelante, como venía pensado esto era un juego y tarde o temprano alguien o algo nos sacaría de aquí, no veía motivo en malgastar mi tiempo tratando de llegar a un nivel prácticamente imposible cuando aquí podía descansar todo el día, pero eso sí, necesitaba ganar algo de dinero, no por nada pero si hacía falta; por otro lado, lo de la experiencia no me quedaba del todo claro, ¿se suponía que debía ir por allí matando a todo lo que se me cruzara enfrente para hacerme mas fuerte?, no veía como eso podía ser posible tomando en consideración que aquí no había nada que hacer. Finalmente, Luma se presentó con ellos y trato de presentarme, la mire un poco mal pues de antemano ella sabía que odiaba que me presentaran.

Cuando dijo que solo era Black me alegre internamente, no tenían por qué saber nada mas de mi persona. Una vez más saco el tema de hace días y de nueva cuenta su rostro mostro preocupación, no entendía porque no lograba captar que esto era un juego, no la vida real; saco el menú del juego y les dijo que si podía enviarles solicitud de amistad, bufe un poco en tono bajo, ¿para qué hacer eso?, seguro que nunca más nos volveríamos a cruzar una vez saliendo de esta cosa, yo no dije nada, lo que menos necesitaba era comenzar a fingir que soy amable.

Y comenzó el sermón del tipo con gafas, odiaba admitirlo pero aunque su jerga me parecía bastante aburrida le preste atención, ese tipo parecía un “gamer” a diferencia mía o la de Luma que probablemente estábamos en nuestro primer juego, comenzó diciendo algo básico, los más experimentados tenían trucos para avanzar, eso era obvio, por lo demás era hasta cierto punto obvio también, si conocías algo y lo publicabas en internet medio mundo accedía allí para ver o aprender, cualquiera de las dos cosas era igual de útil en el mundo actual, ósea el juego, pero bien dijo pronto el otro que se presentó como Makoto, aquí no había nada de eso y aparentemente gente como este sujeto se valían de vender información en lugar de darla para que todos avanzaran más rápido, todo se reducía claramente a mi modo de verlo, fuese esto verdad o ficción las personas eran personas, infelices que venden información para su beneficio siempre existirán, así su vida esté en peligro. Como sea, menciono que este era un juego de supervivencia y dijo que solo teníamos una vida, para mí eso eran tonterías, no te podías matar en un juego, pero bueno, les seguiría la corriente ya que todos aquí estaban lo suficientemente locos para creer que era verdad, aunque en algo tenia razón, muchos tenían miedo -claro ejemplo era Luma- y una persona con miedo tiende a hacer estupideces. Todo me parecía hasta cierto punto aburrido pero me intereso mucho la parte “Los grupos más experimentados avanzaran y avanzaran” no me importaba llegar al nivel cien pero en base a eso me surgió una pregunta que no quise hacer de inmediato para no interrumpir la plática. Cuando se produjo un pequeño altercado de palabras entre los dos tipos bufe un poco, siempre era lo mismo con gente así.

Makoto se ofreció a ir con nosotros si es que decidíamos avanzar y dado que Luma como siempre era indecisa yo respondí -No sabemos, realmente nosotros no estamos juntos, nos conocemos de antes pero el que ambos estemos aquí es casualidad- trate de no darle importancia sintiendo como ella tomaba mi mano ruborizándome un poco pero mirando a otro lado como si no importase eso -¿Además para que avanzar?- cuando Luma me soltó volví a guardar la mano en mi bolsillo y mire al de gafas -Tu mismo lo dijiste, hay grupos que seguirán avanzando, en ese caso tarde o temprano alguien llegara al nivel cien y cuando eso pase se acabara el juego…solo hace falta que alguien llegue al nivel cien si es que existe para que todos podamos salir, no veo porque esforzarse entonces por avanzar- esa era mi opinión pero no me quede ahí -Y en todo caso, si tú eres un informante, ¿no conoces algún rumor o leyenda de alguien que ya lograra llegar a un nivel muy alto?, en los juegos siempre hay jugadores expertos que tardan un par de horas o menos en acabar un juego, aquí debe haber gente así…- dije más bajo.

Guarde silencio un momento pero después dije -¿Y qué tal si alguien quisiese llegar a niveles altos pero no salir del juego?- mire al de gafas y después a Makoto que tenían más experiencia -Quiero decir, ¿alguien podría quedarse aquí “para siempre” juntando experiencia y más experiencia?- vi a Luma y sabia la cara que pondría al escuchar esto, pero la verdad es que yo no quería salir, ¿por qué hacerlo?, mi vida afuera era una pesadilla, nada podía ser peor que volver. Iba a preguntar algo cuando vi que Luma se giró alterada, no entendí porque y no alcance a ver nada, seguramente eran ideas suyas.

Estaba ahí tratando de entender que había sucedido cuando de un momento a otro el chico de gafas saco su espada y comenzó a correr -¿Pero qué diablos te pasa?- grite algo confuso sin entender que estaba pensando hacer, trate de sacar mi espada pero como no estaba acostumbrado no pude hacerlo “¡Estúpido artefacto!” y en lo que me distraía vi cómo tanto Luma como el otro chico se alejaban corriendo -¡Luma!- grite con fuerza pues no quería que ella se fuese por ahí corriendo como una niña detrás de un chico, ¿además porque lo había hecho?, ni idea, yo solamente hice lo que habría hecho en el mundo real, salí corriendo con todas mis fuerzas detrás de ellos tratando de darles alcance, no obstante me llevaban bastante ventaja, en cuanto menos me di cuenta estaban metiéndose entre callejones y desapareciendo de mi vista cada cuanto -¡Espera!, ¡Luma!- gire en una esquina y me resbale con algo, me golpee contra una pared pero no me hice daño aunque si llegue a perder tiempo, volví a correr con todas mis fuerzas buscándolos pero ya no les veía “No, no, no” mire en todas direcciones buscándola.

Vi una sombra más allá entre callejuelas y volví a correr para ver si podía darles alcance, solo escuchaba los gritos del chico y con ellos trataba de guiarme sin perder el ritmo, más de una ocasión estuve a punto de chocar con un NPJ y otras más estuve a punto de caer de nueva cuenta pero logre mantener el paso, corría a una calle de ellos y solamente lograba ver sus siluetas de vez en cuando, por un momento creí notar que estaban detrás de alguien pero después no hubo nada, seguro solo fue mi imaginación.

Como sea, tuve que tomar una decisión, no podía simplemente ir a una calle de distancia, tenía que buscar acortar la distancia y para eso debería arriesgarme a pasar un callejón pequeño con agilidad, pero si fallaba iba a perderles la pista, como no soy de esos que se quedan a esperar más señales decidí que era lo mejor tomar el riesgo en mis manos. Me metí por un callejón y vi que había algunos obstáculos, los evite con facilidad pero casi a la salida se me presento una especie de pared, tenía que pasarla con rapidez o todo se iría al traste -¡Vamos!-.