Al alba [Netheiras, Black & Makoto]

-¡Ya verás la que te armo cuando te atrape Luma!- grite con cierto enojo mientras lograba saltar aquella pequeña pared que me obstruía el paso, corrí evitando además a un NPCs que estaba por ahí y salí a la calle, vi a Luma corriendo de nueva cuenta y fui una vez más tras ella, no le di importancia si el otro chico estaba siguiéndome o si había perdido la pista, la verdad me daba igual lo que pasara con él, ahora solo me importaba llegar con Luma y evitar que cometiese una estupidez. Gire en una calle y de un momento a otro no logre verla, comencé a sentir miedo y avance un poco hasta un claro donde me detuve un momento girando en todas direcciones buscando una pequeña huella que me indicara a dónde diablos se había movido, no obstante en ese momento logre ver el destello de su cabello rubio perdiéndose entre los árboles que daban a un bosque, comencé a correr sin pensarlo dos veces mientras recordaba que muchos decían que ese sitio era una especie de lugar extraño y no recomendable para visitar, ¿pero eso a mí que?, este estúpido juego no se iba a llevar a Luma.

Llegue a la entrada y comencé a correr entre los árboles, ya no veía a Luma pero me guiaba por la ruta que había tomado antes de perderla de vista -¡Luma!- gritaba una que otra vez aunque mi voz era opacada por un silencio abrumador, este bosque tenía algo extraño debo admitirlo, tanto así que por precaución desenvaine mi espada -con cierta torpeza- y la tome en la mano derecha, de vez en cuando cortaba una ramita o algo similar para no perder tiempo evitándola, poco a poco y a medida que me adentraba más en el bosque los árboles se iban juntando.

-Estúpido bosque- pensaba aun sin ver señales de ella, al contrario, la luz poco a poco disminuía porque la copa de los arboles le iba impidiendo el paso, encontraba zonas que me dejaban casi en una penumbra total pero nada de eso me importaba, yo solo tenía en la mente seguir adelante hasta dar con Luma, poco me importaba si para eso tenía que atravesar todo el maldito bosque o todo el maldito juego. Evite algunos árboles y por poco quedo atrapado en unos, llego el momento en que solo podía ir caminando con lentitud pues la proximidad de los troncos era tan pequeña que batallaba mucho en pasar. -¡No, no, no, no!- grite con furia llegando a una zona de penumbra sin verla, me gire en todas direcciones, ¿en dónde diablos me había metido?.

-¡Estúpido, estúpido, estúpido!- gritaba con fuerza mientras comenzaba a correr sin rumbo alguno, como me había planteado, si para alcanzar a Luma tenía que atravesar este maldito bosque lo haría sin dudarlo, pero pronto una pregunta llego a mi cabeza, ¿y si esto no tiene fin?, siendo un juego podía ser tan basto que simplemente fuese un ciclo repetitivo de manera infinita, pero no me importaba, tenía que encontrarla aun si debía caminar en la completa oscuridad. -¡Mierda!- bufe enfadado al caer al suelo, ahora estaba en una sección donde prácticamente no se veía nada, la desesperación comenzó a apoderarse de todo mi ser, de tal manera que comencé a lanzar ataques a la nada, una que otra vez sentí como mi espada impacto contra algo pero no estaba seguro si era un árbol o algo peor -¿Dónde diablos estoy?- preguntaba al viento como si esperase que alguna voz invisible o un ser superior se apiadara de mi para indicarme un camino correcto, aunque claro eso jamás iba a suceder, por lo que aun lanzando ataques a diestra y siniestra sin objeto aparente iba avanzando un paso a la vez -¡Vamos!- gritaba como si alguien estuviese tratando de atacarme.

Pase así quien sabe cuánto, diez, veinte, una hora, dos horas, perdí toda noción de tiempo, solo sé que avanzaba tropezando y una que otra vez lograba encontrar algunos rayos filtrándose entre las copas de los árboles que me permitían enfocarme en un camino más prometedor que ir tentando terreno a oscuras. Finalmente de un momento a otro escuche sonidos extraños y aunque por momentos dude de inmediato decidí dirigirme ahí, tarde apenas uno o dos minutos hasta que de un momento a otro caí al suelo saliendo a una especie de claro y no pude creer lo que veía, allá estaba Luma con el otro tipo, pero…¿una niña?, estaba ahí en el centro con unos peces o serpientes rodeándola, la verdad no entendía nada, solo me quede ahí tirado mirando con expectativa hasta que todos los peces echaron a volar, en ese momento me levante tomando mi espada observando al cielo, varios haces de luz penetraron y tuve que bajar la vista cubriéndome con una mano, un sonido algo estruendoso se hizo presente en el bosque y me gire viendo como varias hojas caían por todos lados -Y ahora que…- afiance mas mi espada con ambas manos y de repente un sonido molesto me estremeció.

Me gire viendo a un cuervo…o mejor dicho cientos de ellos que estaban rodeando nuestra ubicación, más específicamente la ubicación de Luma y el otro chico de gafas, todos comenzaron a graznar al unísono provocando que me cubriese los oídos con ambas manos; me deje caer al pasto pero poco después mi ira sobrepaso mi molestia y logre ponerme de pie, no sabía que estaba pasando pero entendía perfectamente que sea lo que sea que estaba pasando aquella niña era la culpable -¡Tu!- le grite enojado -¡Haz que esas estúpidas aves se callen!- avance unos cuantos pasos acercándome a su posición, no me importaba quien o que era, pero si ella causaba tanto alboroto no me agradaba.