Ciudad de los Inicios

-¿Otra vez al juego, eh? Ha pasado tiempo…- Kazuma mantuvo el Nerve Gear a la altura de sus ojos para observarlo de cerca. Era increíble como un artefacto tan pequeño pudiese modificar algo tan magnífico como la mente humana y llevarla a un extremo totalmente diferente a lo mundano. Su sonrisa se mantuvo todo el tiempo. Sin duda estaba feliz por el regreso de lo que pudo ser algo que cambió para siempre su forma de pensar. Ahora pensaba que su realidad estaba en el juego. Pensaba que Sword Art Online era sin duda un mundo creado por el mismo Kayaba Akihiko con el propósito de mostrarle a la humanidad un mundo perfecto. Una realidad virtual tan perfecta que sobrepasa a la realidad misma, convirtiéndose en algo tan ilusorio como el mundo degradado en el que viven las especies, siendo así un mundo igual de real al verdadero. El Nerve Gear era bastante insignificante. Sin duda un artilugio con forma de casco era un invento increíble, pero le molestaba en cierto modo tener que ponerse algo como eso en la cabeza. Se mantuvo callado por un momento contemplando el Nerve Gear. No podía aguantar la tentación. Debía entrar a Aincrad ahora mismo y comprobar con sus propios ojos lo que sería su nuevo mundo. ¿Qué le depararía ahora el destino en Aincrad? Durante la versión beta del juego, logró bastantes cosas a decir verdad. En ningún momento perdió el tiempo y examinó cada detalle para cuando el momento decisivo, más exactamente, el día de hoy, llegase. Adquirió algo de experiencia en el juego, aunque no llegó ni a la mitad de este. Era algo muy complejo como para completarlo en tan poco tiempo, pues fue desconectado y despojado de su nuevo mundo al finalizar el tiempo de prueba del Beta. En ese instante se preguntó muchas cosas. Sin embargo, la cuestión más relevante que rondaba en su cabeza podría ser sin duda la relación entre Kazuma y el juego. Era una relación directa entre el juego, Kayaba y Kazuma. ¿Por qué habrá escogido Kayaba Akihiko a Kazuma, y entre tantos, para probar un juego tan deseado por el mundo? ¿Por qué de entre tantos, él? Había tanta incertidumbre en su cabeza que actuaba inconscientemente. Estuvo a punto de colocarse el Nerve Gear en la cabeza cuando recuperó su postura y se liberó del trance. Su hermano había llegado.

Éste estaba empapado y había entrado algo brusco a la habitación de Kazuma. Algo usual en él. Siempre había sido tosco y acelerado, pero sin embargo, Kazuma sacaba provecho de esto y celebraba riéndose de sus estupideces. Parecía muy feliz. Ambas sonrisas se cruzaron y ambos mundos igualmente. Ambos con un Nerve Gear en mano, compartían su afición por los videojuegos y aquella realidad virtual. -Así que lo has conseguido… Justo a tiempo.- Se dirigió a su hermano, sonriente, manteniendo su mirada fijamente enfocada en la caja que llevaba entre sus brazos. Vaya que era familia para Kazuma. Aún recuerda la primera vez que Kayaba Akihiko apareció frente a él cediéndole semejante bendición; algo extraordinario sin duda. Su hermano asintió y suspiró. Comenzó a caminar y se sentó a su lado a abrir la caja como un animal que no ha sido alimentado desde hace mucho. Al sentir la rigidez del Nerve Gear, se exaltó y gritó felizmente. Nunca había visto tan feliz a su hermano; fastidiaba en cierto modo, y aún así le emocionaba que pudiese encontrarse con él en el juego. Kazuma colocó su mano derecha en la cabeza de su hermano y le revolvió el cabello con sutileza. A éste le irritaba como de costumbre recibir ese tipo de “cariño” como le llamaba, no obstante, esta vez le vio con una sonrisa en su boca, mientras mantenía su mano en su cabeza: Era hora de entrar.
Kazuma se recostó en su cama, aún con el Nerve Gear entre sus manos, posado sobre su pecho y mirando hacia el techo. Su hermano procedió a acostarse en su cama, la cual estaba diagonal a la suya. Ambos, una vez más, entrarían al mundo de los videojuegos como una pareja. Estaban seguros de que se mostrarían al mundo como los mejores jugadores existentes, mediante Sword Art Online, y para eso, trabajarían en equipo como uno. Una vez más, los hermanos Teshigawara realizarían hazañas que nunca antes alguien en la historia de los videojuegos lograría: completar un juego tan real como SAO. Era una hora muy joven del día aún. El sol brillaba como nunca y el sol entraba a su habitación como un destello interminable resplandeciente. Le miró por una vez, casi simulando como si fuese la última vez que le viera y dejó que le cegara por unos momentos. La luz… Era sin duda fastidiosa, pero Kazuma quería sentirla una vez más antes de entrar en las sombras . Golpeó dos veces el piso y miró a su hermano. Él estaba tan concentrado y se comportaba extraño como él. Estaba nervioso. Allí estaría entonces Kazuma para guiarle. Mientras él se enfocaría en dañar a los enemigos, él tendría el conocimiento suficiente para idear una estrategia y saber que hacer o que no. Levantó el Nerve Gear y le miró nuevamente. La insignia de fabricación era un tanto extraña. No era para nada parecida a la del Nerve Gear de su hermano. ¿Probablemente por la versión? El juego más esperado del mundo no podría tener fallas, mucho menos cuando los bugs habían sido supuestamente reparados con la versión Beta. Levantó un poco la cabeza y sintió el casco sobre su cabeza. -¿Qué sensación tan extraña, no?- Dijo Kazuma mirando a su hermano, el cual se había puesto su casco casi simultáneamente. Sus manos estaban frías y temblorosas. Por fin lo lograría. -Link Start.- Replicaron ambos hermanos al unísono. Sin duda estaban conectados, después de todo eran hermanos nacidos de una misma madre, al mismo tiempo.

-Kage. - Exclamó en la creación de su personaje. El nombre sin duda era perfecto para él. Kazuma era como una sombra. La sombra que reflejaba la grandeza de un mundo perfecto, siempre acompañándolo con firmeza. Un hombre que sin duda se rebajaba al nivel de muchos, pero estaba a un nivel mucho mayor. Teshigawara Kazuma. Kage. Ambos significaban lo mismo, y en el juego, significarían algo más. Su apariencia era idéntica a la suya en la vida real. Misma estatura, mismo rostro, mismo cabello. Todo era idéntico. Kazuma no veía la necesidad de cambiar lo que era, mucho menos en su nuevo mundo, en el cual comenzaría desde cero y lograría lo que no ha podido hacer en la realidad. Una infinidad de luces resplandecientes le condujeron a un mundo virtual completo. Una fantasía.
Todo sin duda iba bien. Sword Art Online. Lenguaje, configuración y bienvenida. Su corazón latía con más fuerza que nunca y se sentía capaz de hacer cualquier cosa. Estaba de regreso sin duda. Desde que se abrió el servidor pudo sentir por fin la sensación que faltaba en su cuerpo desde la última vez que se puso en Nerve Gear: Sword Art Online. Kazuma se encontraba en la Ciudad de los Inicios nuevamente. Todo parecía girar en torno al mismo propósito del juego inicial en el beta, por lo que estaba seguro de qué debería hacer. Antes de comenzar a explorar y antes de salir de la ciudad de los inicios, se aseguraría de encontrar a su hermano. Probablemente lo encontraría en donde acordaron. Su hermano no tenía conocimiento previo de Sword Art Online, pero sin duda sería fácil aún para él, divisar la plaza principal, la escultura que hay en el centro. Allí se encontrarían, y allí es a donde se dirigió “Kage”.

Había mucha gente. Cada vez venían más y más jugadores de todo el mundo y aparecían rodeando completamente a Kage. Hacía calor, podía sentir el sol sobre su piel. Era increíble que sus sentidos permaneciesen; todo se basaba en la mente y el Nerve Gear, junto a Kayaba, habían logrado dominar los cinco aspectos. Aún era temprano así que podría ir a subir de nivel junto a su hermano, por lo que se apresuró para llegar al lugar y encontrarse con él. Los padres de su hermano tendrían la comida lista para entonces y a ellos no les gustaba mucho la desobediencia, realmente.
Al llegar al lugar pactado, buscó por todo el lugar. Él le había descrito la apariencia que deseaba antes de conectarse al mundo virtual, y de igual manera, Kage afirmó que usaría su apariencia real. Aún así, su hermano no aparecía. Creyó que había sido claro, así que le extrañaba que él no se presentase. En cuanto observó el menú de juego intentó desconectarse del juego, pero apenas había entrado y su emoción no era descriptible. Optó por quedarse un rato más y esperar a que su hermano se presentase, o por lo contrario, esperar unos minutos y encontrarse con su hermano en la vida real. -¡Okay! Comencemos entonces... ¿Qué podría hacer primero?- Se rascó la cabeza y observó a todos lados. El juego aún era joven y el día era largo. Sin duda lograría hacer todo eso que tenía en mente y aquellas cosas que no pudo hacer en el beta, sin duda las haría también, aunque se mantenía inquieto por el tema de su hermano… Decidió que no lo esperaría y que aprovecharía el tiempo para conseguir algo de equipo. Lo básico en la herrería y un poco de ropa nueva del sastre. Todo iría bien con algo de equipo si se enfrentase a aquellos jabalíes de las afueras. Así subiría unos cuantos niveles y se prepararía para buscar a su hermano. Ahora que estaba de regreso, solo pensaba en un propósito y sería completar el juego, como le prometió a su hermano y a aquella joven también…

Skaôi © Source Code