La Cacería del Chef! GRUPO 1

¡Que increíble...basura!- fue mi comentario cortante mientras caminaba por una de aquellas blancas y pulidas escaleras de piedra blanquecina, de la cual todo parecía estar constituido en aquella extraña ciudad costera. El aire estaba cubierto por aquella desagradable brisa salada que normalmente se encontraba en la costa, mi hermano mayor siempre me contaba de esa brisa, pero yo siempre la odie, no importaba cuanto me llevaran a gran bretaña me daba igual. Aquella ciudad era bastante tranquila y sencilla agradable a la vista, pero no para alguien moribundo…y debo admitirlo esa cosa que apenas podía llamarse comida no había hecho mas que parar el dolor durante un par de horas.

Era gracioso, yo me había librado en un duelo el primer día de SAO sin saber que podría morir ¿y ahora como un idiota moriría de hambre? No podía ser cierto, pero si terminaría cansado y sin ganas de moverme, por suerte había rumores de un npc que podía darnos buena comida, justo aquí en pueblo Torubana. Ya había llegado al segundo “nivel” de aquella ciudad piramidal cuando una extraña aglomeración de gente me atrajo hacia una especie de local, según pude notar de comida, pero era extraño no notaba nada fuera de lo común ni nada interesante. Simplemente me apoye en la pared de un edificio continuo esperando a ver que sucedía, probablemente era cuestión de tiempo para que algo sucediese, solo esperaba que sea algo referente a comida.

Mientras esperaba comencé a mirar el cielo, la verdad que era muy real, y eso que era un piso de cien… ¿tan extraño era el futuro? Meramente nos daban un propósito, una extraña forma de hacerlo, no quería morir como todos pero sencillamente me resultaba extraño este mundo virtual… ¿para que matarse pensando si al final tendremos que terminar el juego para salir o simplemente hacer algo? Mejor simplemente me concentraba en el ahora y ese ahora era avanzar…

-Hambre… Hambre… Hambre… mi Hambre…- eran las únicas palabras que salían de las comisuras de mis labios, no importa cuanto pan de dieta comiera [así lo veía yo] siempre, siempre, SIEMPRE tenia un hambre pero un hambre bestial, nadie sabia lo que estaba sufriendo, nadie me entendería después de todo yo no comía como alguien “normal” en realidad… Comía como un Tigre con un Mes sin probar un solo y pútrido bocado de carne o siquiera agua, realmente… padecía de tortura en carne propia o mejor dicho sicológica.. sea cual sea el caso una cosa era segura… si alguien me daba un pollo… me caso con el…
No recuerdo cuanto tiempo estuve andando o por donde hiba creo que ya había perdido la memoria de ello y había sido remplazado por la pura imagen de comida, comida, simplemente eso, el ardor de mis jugos gástricos y la sensación de querer vomitar… a este paso sere anoréxica o bulímica por no poder calmar mi estomago o en todo caso si no me mata el juego lo ara el hambre… yo digo que el hambre… mis cabellos cortos negrecidos con un leve destello entre verde y marrones ahora estaban algo mas alborotado de lo usual, mis orbes azulejos con un leve verde difuminado cerca del iris ahora estaban celestes a causa el malestar y el hambre, mi pupila blanca mas agrandada de lo usual, mis ropas algo sucias por el entrenamiento con algunos animales del “primer” sin mencionar que.. seguía algo aturdida por lo de tomas pero gracias a un amigo que la hayo ese día cuando el game master sello la vida de mucho, le debía mucho a el…

Lego de un rato de estar caminando por las escaleras de esa curiosa cuidad que parecía sacada de Mario Bross o don kynkon el cual se veía muuuy fácil en el juego pero… mas de una vez casi me caía por las escaleras y terminaba como una ridícula completamente, comencé a pensar en mi hermano, estará vivo? Estará bien?? Cuanto extrañaba abrazarlo, cuanto añoraba al abuelo, cuanto quería a mi amada Galleta aquí conmigo, dándome ánimos y asiéndome feliz, aun que si no fuera por el escandalo que se formaba no muy lejos que capto mi atención cuando me había caído al suelo y no pensaba levantarme, alce mi cabeza y parpadee aun que por alguna razón [no era alguna Razón era su curiosidad innata puede mas que el hambre] lentamente me levante como pude, tambaleando por la aligeración y fragilidad que sentía en mis piernas que era como si mi cuerpo me dijera “por Favor ya no puedo Mas” aun asi ignore esa sensación y lentamente me encamine de nuevo a esas Bastardas escaleras para ir a curiosear.. Dios cualquiera me diría chismosa.

La lógica le decía que no importaba esa sensación de hambre, simplemente era un habito recordado por su mente, pero que en aquel medio, y estando en realidad conectado a quien sabe cuantas maquinas y bolsas de suero, no era más que un accesorio, parte de la estética de aquel mundo, básicamente lo mismo que poseer órganos sexuales.

Pero aun así la lógica bastante acertada del espadachín se vio completamente superada por el hambre voraz que demandaba alimentos y por muy orgulloso que estuviera Reiter de su fuerza de voluntad no podía negar que cada día un Inferi tenia mejor apariencia que él, en especial cuando tenia que comer aquellas bolas de comida dignas de haber salido de quien sabe cual de todos los infiernos.

Por tales motivos es que Reiter arrastraba sus pies caminando por aquel simpático y curioso pueblo que por sus formas y colores parecía más alguna clase de resort temático que un pueblo de estética medieval, aunque por supuesto, no es como si el joven se pudiera percatar de semejantes detalles cuando básicamente lo único que estaba en su mente era comprobar si los rumores que había escuchado eran ciertos o no

Y si que estaba ansioso porque fueran correctos, porque de no ser el caso…

Reiter no pudo evitar sonreír irónicamente, mientras paso tras paso empezaba a subir cierta molesta escalera.

Después de todo hasta su madre lo decía, que lo único que él y Nozomi tenían en común era el gesto rabioso y desesperado a la hora de devorar el desayuno.

Off: Disculpen la demora x__x

Aroma de mar y música de violines se cortejaban en los pasillos blancos del pueblo costero, y particularmente un aroma fuerte y caliente se pasea por sus narices por más extraño que les parezca, e instintivamente el estómago se les retuerce con violencia ( indistinguible si es su PJ o en verdad su persona postrada allí afuera del juego ). Si siguen ese olor de camarones, arroz, ajo y azafrán los llevará hasta una multitud de gente que se apasiona por servirse de un bocado.

La verdad es que está bastante lleno, y una risa prominente se escucha en su centro, seguido del sonido de unas cuchillas y la exclamación del público con el silencio del asombro. Con cierta dificultad por la muchedumbre que se amontona en la zona, hay un holograma desprendido desde un cartel, que difícilmente se entiende por el cuerpo atravesado de un jugador que definitivamente ignora o desconoce de tal cosa atravesando sus muslos y cintura.

Esta será la OST de la quest :

Como la primera chispa que enciende una fogata los gritos de exclamación y asombro comenzaron a brotar de los que rodeaban, mientras un espeso y delicioso aroma a frutos y manjares marinos comenzaba a esparcirse por el ambiente ¿Qué se suponía que era esto? Entra la multitud me fue posible divisar un par de cuchillos chocando uno contra otro para luego cortar ágilmente la cabeza de un extraño pez y rebanarlo en finas y consistentes rebanadas, para luego verterlas en un caldo lleno de especias y verduras de todos los colores y variedades. Asombrado por tal despliegue de habilidad y de tales manjares que con suma celeridad eran preparados ante nuestras narices se me vino a la mente ¿Por qué nadie tomaba nada? Observando con el rabillo del ojo un cartel algo borroso por tener a un idiota en medio proseguí a empujar levemente a aquel sujeto, ignorando sus quejas. El cartel decía algo sobre un chef o local de comida, por lo que era un Npc…así que este era el famoso lugar… ¿Pero tendríamos que darle algo a cambio?

El sonido de unos pasos profundos surcando la escalera me hizo volcar mi atención hacia aquella escalinata de mármol, pude ver a una chica seguida de un sujeto de edad similar a la mía, ambos parecían mas similares a muertos vivos que seres humanos, aunque debo admitirlo, parecían dos personajes interesantes una parecía muy decidida y el otro me hacia recordar a algo, aunque no sabia que. Guiado por el interés me interpuse entre ellos y el final de la escalera y sin mostrar la menor gracia en mi rostro les extendí la mano tomando las suyas sin permiso y ayudándoles a dar el último paso. Talvez estaba tan demacrado como ellos, pero mi voluntad me impedía flaquear y bajar los brazos ante la situación, debia ser fuerte y sobrevivir.

Spoiler:

Mis tripas, juro que mis intestinos se retorcían solos o se autodevoraban ya no sé que tenia allí dentro, intestinos o un motor de avión, si bien sabia que todo era sicológico y que si podía pensar lo suficiente en que no necesitaba comida no lo necesitaría además seguro mi cuerpo real tenia los mil y un sueros para que no se deshidrate y me mate en vez del juego, pero realmente si esto era tan real como la realidad sinceramente comida era la prioridad simplemente soy capas de casarme, lavarle los pies y asta darle de comer mas de lo que como yo.
-are…- susurre algo cansada por la falta de comida aun asi firme esto no me pararía aun que en estos momentos, el hambre la fatiga y mi odioso metabolismo que necesitaba comer mas que una fiera me estaba jugando una mala pasada, tenia que admitir sus días ya no eran fácil [si alguna vez lo fueron] aun que bueno, solo podía avanzar sin importar que tan difícil sea seguiré adelante aun que ahora con un poco de comida en mi estomago no me aria mal, suspire levemente mientras intentaba acomodarme un poco mis demasiado alborotados cabellos realmente al ser melenudo y algo descontrolado de por si, tambalee levemente en un leve instante de flaquera y forcé mis ojos asía el lugar donde un aroma, un delicioso e hipnotizarte aroma me golpeaba mis sentidos , tome fuerzas donde poco tenia y me encamine ignorando mis casi ganas de vomitar… o será fatiga del hambre.. bueno una de las dos será.

Lentamente compartía las escaleras de mármol en mi recorrido con un joven alto, tan moribundo o mas que yo bien no sabría distinguirlo simplemente moría de hambre como para que mi lógica me de una explicación mejor que una imagen de cucarachas jugando cartas, sip con el hambre no se juega, volví a suspirar intentando sobre esforzar mi sistema nervioso central, analizando por la vista paronímica lo que venia a ver, demasiada gente… tendría que gastar mucha energía para ver pero por otro lado creo… que un cartel se podía ver o era lo único a la vista porque lo que daba ese olor o quien lo daba… estaba imposibilitada en mi rango de visión en todo el chingo punto ciego… rayos de paso siento mas ligero las piernas, tal vez por eso me tambaleo un poco.
-oh?- fue lo único que escapo de mis labios, expidiendo mis ojos azules o verdes según sus reflejos lentamente en la figura de “alguien” pero tal vez, no se lo vi conocido aun que no pude pensarlo mucho pues para mi sorpresa, este tomo mi mano con firmeza dándome apoyo para dar mi ultimo paso por esos escalones del demonio, Dios juro que jamás me volveré a quejar de Marios Bross, cerré mis ojos levemente y mis labios se curvaron levemente en una leve sonrisa no se podía describir si era alivio o gratitud solo se podía notar lo feliz que estaba además también ayudo al joven alto, simplemente era precioso ver que aun quedaba gente así por acá…

Lentamente abrí mis ojos dejando al descubierto unas inusuales pupilas mas que lo llamativo de mis ojos, al ser blancas como las perlas y podía jurar que si mirabas bien podías ver algo semejante un aro blanco en eso azules, lentamente tome algo de aire por lo cansado por tanto hambre lo que fue recorrer esas escaleras del terror y decir con una expresión amable aun que con una pisca de triste –Muchas Gracias … e-esto… a-azrael...- parpadee un poco y hice una expresión entre nerviosa y penosa por el no saber como llamarle pero eso decía su Nick encima de su cabeza como el mio que podía notar fácilmente flotando “Metis” trate de no sonrojarme por mi bien para no verme rara o ponerme mas en pena aun que no pude evitar mirar al joven alto de cabellos marrones mientras con mi mano libre tomaba mi bufanda aguamarina.

Risas, audibles risas, no más que eso, euforia, risas a lágrima viva ahí donde instantes antes habitase la desolación. Nozomi quien más afectada estaba volvía a sonreír…solo por un momento, solo por aquel instante todo parecía que era como antes.

No importaba que él no fuera consciente de eso, porque aun ahí, postrado en una cama, era capaz de hacer reír y sonreír a su hermanita y sacarle sonrisas contradictorias a su madre.

¿Acaso no es la reacción más normal del mundo cuando una tensa discusión con los doctores se ve interrumpida por un sonoro rugido estomacal?

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En cambio la causa de tales risas solo podía moverse como un zombi, subiendo las escaleras automáticamente en persecución del deliciosa aroma, un aroma que lo cautivaba a más no poder, que lo revivía, que hacía que su mente despertara y sus ojos ser abrieran luciendo la lucidez lucida que ya parecía haber estado perdiendo.

Pronto una mano tomo la suya, ganándose la sorpresa del joven, quien inmediatamente miro a su alrededor como un suricato asustado mirando por depredadores, pero que se tranquilizó al ver a alguien tan…cansado como el mismo. Su rostro se volvió con una sonrisa cansada, aunque a cada momento más viva, a aquel que le tendió una mano, dándole una pequeña inclinación de cabeza

-.ehmmm…gracias.-

Su voz sonó entrecortada por la timidez, aunque posiblemente aquella quedaría atrás pronto