LA CACERÍA DEL CHEF! GRUPO 4

Cocina, aquella profesión secundaria -así las llamaba él- que no se había tomado la molestia de subir en la versión Beta se tornaba ahora como una opción demasiado necesaria para la precaria situación en la cual se encontraba no solamente él, sino casi toda la comunidad de Player que habitaban en el mundo de Aincrad. Durante aquella versión de prueba el hambre no había sido un problema puesto que, a fin de cuentas, cuando deseaba saciar aquel deseo de comer no debía más que desconectarse y ajenciarse algún que otro alimento. Ahora las cosas eran distintas, para matar aquella incómoda sensación de su estómago necesitaba comer en aquel mundo virtual y, desgraciadamente, la comida allí no era demasiado buena.

Por eso era que se había tomado la molestia de empezar a buscar alguna de esas Quest que recordaba que daban puntos de experiencia tanto para el nivel como para aquella profesión secundaria. El haber jugado anteriormente le permitía moverse con cierta soltura aunque las memorias fallaban de cuando en cuando provocando que sus movimientos y sus acciones a veces no fuesen lo suficientemente precisas como para ahorrarle demasiado tiempo.

Levear era importante, si, pero también era cierto que arriesgarse a simplemente matar y matar monstruos podía ser una mala opción si tenía en cuenta que morir allí era morir en la realidad. Adquirir algo de experiencia con misiones simples era, también, una buena opción para él. No rechazaría el vivir con algo más de seguridad hasta poder levear con cierta tranquilidad.

Por eso empezó a buscar aquella pequeña quest de la cual recordaba haber sido participe durante la versión de prueba. Sus pasos le guiaron hasta Torubana, tenía que encontrar al PNJ que otorgaba aquella misión pero, por el momento, no era capaz de lograrlo... preguntó a varios ciudadanos generados por el juego hasta obtener ciertas pistas. Sus pasos, ahora si, parecían empezar a ir por la dirección correcta.

OT: Lamento la tardanza, ayer no pude postear, el foro no me dejaba, como si se hubiese dañado, y recién me conecto hasta ahora.

*Se había pasado buen tiempo caminando de un lado a otro, intentando descubrir el misterio de todo aquello pero poco a poco lo iba asumiendo, iba encontrándose con la cruda realidad y de la manera más cruel posible. Segundo a segundo iban muriendo más personas y aquello empezaba a resultar lamentable.

No podía hacer mucho al respecto, al parecer tenía que jugar aquel videojuego que un enfermo mental había creado con el fin de divertirse en su seguramente, deprimente vida.

No tardó mucho en que pasara el tiempo y me percatara de muchos detalles, entre ellos uno importante, cada pequeño detalle de la vida real había sido simulado en el juego y el inconveniente resultaba es que aquel tecnológico aparato hacía que el cerebro reconozca muchos estímulos y entonces fue que sintió hambre.

Su estómago rugía, sentía la necesidad de "comer" algo, lo que fuese con tal de poder engañarle a su mente. Y así es como la necesidad condujo a sus pasos hasta cierto lugar bastante concurrido. Aún sentía aquel sabor desagradable de haber ingerido aquella especie de masa grisácea que sin lugar a dudas se asemejaba más a la basura que a la comida, realmente necesitaba aprender algo de cocinar o conseguir algún itema que le favoreciese...

Tenía demasiado que aprender. Ren llegó por fin a un stand donde cierto sujeto exclamaba muchas cosas, algunas con menos sentido que las otras pero le causó cierto interés cuando este mencionó algo relacionado a lo que el rubio buscaba....*

Poco importaba que Kvothe, más conocido por Doppelgänger en aquel mundo, fuese un jugador de clase Beta, aun le seguía sorprendiendo la fidelidad con la cual eran representados elementos tales como el aroma. Seguramente era producido por una secuencia de impulsos nerviosos artificiales inducidos por el Nev Gear pero, aun así, la realidad con la cual interpretaban su papel había terminado por producir que su estómago, incómodo y hambriento, rugiese cuan voraz bestia. El de cabellos blancos resopló con resignación al tempo que se rascaba la nuca, la verdad era que tenía ganas de terminar ya aquella misión para así poder cocinarse un plato que fuese nimiamente decente.

Siguió, entonces, aquel olor. Le resultaba bastante familiar, más allá de resultar un plato típico en otra realidad era algo que ya había sentido antes, ahora comenzaba a recordar, o al menos eso creía, la zona por la cual podía encontrarse el NPJ que le entregase la misión correspondiente para subir su habilidad con la cocina. Sus pasos se guiaron entre los diversos Player e individuos generados por el juego hasta llegar a una zona que le traía más de un buen recuerdo, estaba casi seguro de estar por el buen camino.

Entonces buscó aquellas cosas de las cuales creía poseer un recuerdo. Sus pasos debían ser guiados por las experiencias del pasado, tenía que aprovechar que tenía experiencia en todas aquellas primeras Quest si no quería acabar desesperado por no poder hacer nada. Lo peor era que necesitaba de aquellos trabajos para poder subir algo de nivel y no caer ante las garras de la muerte, ya habían sido muchos los intrépidos que se habían lanzado a levear provocando que los monstruos segasen sus vidas.

Al final terminó por llegar a una plaza repleta de gente, el olor provenía de aquella sección del mapa. Buscó, entonces, algún indicio que propiciase a reactivar sus memorias. Un jugador, entonces, se quedó atravesado por lo que parecía ser un cartel. No parecía haberse dado cuenta de estar en medio del letrero provocando que Doppelgänger tuviese que esperar hasta poder leer que era lo que ponía. Una vez pudo hacerlo lo supo, estaba por el buen camino.