Misión 1.5 ¡Exterminio de Jabalíes!

Maldita misión o lo que sea, un día esta uno tranquilo tratando de entender porque la mayoría de la gente se toma esto tan enserio y a la siguiente recibe una invitación para algo, en condiciones normales la hubiese rechazado pero Luma verdaderamente tenía la necesidad de salir del juego y como aparentemente no había otra opción que ir subiendo de nivel decidí aceptar. Llegue hasta donde se suponía me tenía que reunir con quien me envió el mensaje, un tal Oga, vi ahí a un chico y su novia, o lo que sea, no me iba a parar a preguntarles que tenían en común. Me acerque solo lo suficiente para que supiesen que estaba para completar la misión, aunque yo siempre he preferido hacer las cosas por mi cuenta; fue así que antes de darme cuenta encontramos a los jabalís, no los conté, uno dos, veinte, me daban lo mismo, conmigo no iban a poder, esto era un juego y como todo juego ganar es fácil cogiéndole el truquillo. El tipo parecía creerse el líder o no sé, pero comenzó a dar indicaciones, ¿qué hice yo?, lo que siempre he hecho, no le hice caso, yo no aceptaba ordenes de nadie y si estaba aquí era por Luma, no por ellos.

No hice caso cuando él se movió, solo mire a la otra chica que respondía al nombre de Harumi -Tu por tu lado yo por el mío…- dije en voz baja pero suave, no era tan grosero con las mujeres como con los hombres, pero en cualquier situación era mejor que ella se fuese con su amigo y me dejase en paz, odiaba la compañía de los extraños. Trate de desenvainar la espada pero como nunca lo había hecho antes me costó algo de trabajo “Estúpida cosa” pensé enfadado para después lograr hacerlo, la sostuve y debo admitir que pesaba relativamente poco, la tome con ambas manos como se supone lo hacían antes los samurái o lo que fuesen esos sujetos y mire la acción en el campo. Oga estaba luchando con uno y suponiendo que Harumi iría a su auxilio me enfoque en el otro que estaba libre, es decir en jabalí 2 -Vamos puerco…somos tu y yo- suspire desganado y avance a paso lento, ¿me lo tomaba a juego?, claro que sí, para mí esto no era nada, solo un montón de información mal estructurada en forma de puerco con dientes.

No obstante decidí apresurar mi paso, no quería perder mucho tiempo aquí -Ahora…- comencé a correr frontalmente contra la cosa esa, seguro que de un golpe o dos lo mataba, después sería cuestión de hacer lo mismo una y otra vez hasta que todos estuviesen bien muerto o desaparecieran…o lo que sea que sucede aquí cuando pierdes. Estando cerca eleve mi arma y lo ataque de manera vertical tratando de asestarle el golpe con toda mi fuerza, después busque retroceder solo por si el animal no se moría y trataba de atacarme o morderme “Al menos podre divertirme un poco” era mi único pensamiento ahora mismo.

Durante los últimos días me había dedicado a acostumbrarme a mi nuevo "cuerpo" o mejor dicho a como utilizarlo de forma más eficiente. Para mi propia sorpresa, había resultado mucho más fácil de lo que esperaba; esto hizo que poco a poco me sintiera más confiada dentro del juego. Si a esto le añadíamos el hecho de que ahora formaba un pequeño grupo con Oga, podría decirse que las cosas me estaban resultando mucho mejor de lo que esperaba.

Es por ello que acepté realizar una misión junto a él y otro player, si todo estaba saliendo bien, significaba que era el momento de avanzar un poco. No me encontraba lejos del lugar donde realizaríamos la misión, así que me tomé mi tiempo para llegar. Me alegré de ver a Oga en el lugar, le dediqué una sonrisa alegre...estaba un poco ansiosa por lo que pasaría. Miré al otro chico e hice una inclinación de cabeza a modo de saludo, aún me costaba trabajo hacer vida social con otros jugadores, digamos que era parte de mi naturaleza.

Al divisar a los dos jabalíes que se encontraban a menos distancia que los otros, desenvainé mi espada con un poco de temor. Escuchar las palabras de Oga hicieron que me calmara, tomé mi arma con más fuerza mientras mentalmente me daba ánimos para continuar. "Dispersar, esquivar y contraatacar, es más fácil decirlo que hacerlo" pensé levemente preocupada, sacudí mi cabeza para quitar ese tipo de pensamientos. Black parecía importarle poco lo que hiciéramos, ya que se fue por su lado sin antes dejarme claro que prefería trabajar por su cuenta.

Corrí hacia el jabalí 1 luego de que Oga realizara el primer ataque. Una vez que me encontraba a una buena distancia, imité el ataque de mi compañero. Lo esquivé de un salto hacia la derecha y ataqué con un movimiento de mi espada, esperaba que al menos pudiera haber causado algún daño en la criatura luego de mi ataque. Me alejé nuevamente del animal esperando la reacción del jabalí. Esperaba que a Black estuviera teniendo buenos resultados con el otro, aunque no lo conociera, no podía evitar preocuparme por él.

Aseste el golpe “Esto es de lo más fácil” pensé a mi interior pero justo en ese instante mire a un lado viendo como los otros dos compañeros habían acabado ya con su bestia “¿Pero qué diablos?” no entendía como era posible que ellos dos pudieran haber acabado con su rival tan rápido mientras que yo no, era cierto que esta es la primera ocasión que tomaba un arma pero eso no era excusa, tenía que hacerlo mejor, necesitaba hacerlo mejor, nadie podía ganarme, no podía dejarme ganar, era simplemente algo inaceptable -¡Estúpida bes…!- no pude terminar mi frase pues mientras me distraje sentí un golpe del jabalí en el estómago cayendo de espaldas “Tsk, esto ha dolido” la verdad es que aun si era un juego debía admitir que el dolor era tan vivido como la vida real, si salía de aquí algún día habría que felicitar al tipo que creo este universo tan apegado a las sensaciones reales. Iba a ir por mi espada cuando note que otros me enfocaban como su enemigo “¿Ahora todos contra mí?” tomaba mi estómago recuperando a lapsos el aire y comencé a ponerme nervioso, un jabalí era una cosa pero enfrentarme a cuatro o cinco a la vez era algo completamente diferente, sin contar que mi espada estaba más allá y probablemente antes de moverme alguno lograría asestarme un nuevo golpe “¿Y qué hago ahora?, ¿qué hago?” me reprimía una y otra vez hasta que de la nada el chico Oga apareció yéndose contra el jabalí que me acababa de atacar, no entendí si me estaba ayudando o si el buscaba matarlo, pero en ese instante no importo mucho, simplemente corrí un poco hasta retomar mi espada y aun con la mano en mi estómago me reuní con los otros dos.

Les mire por un momento, con una cara entre enfadada y resignada, no quería admitir que de no ser por ese chico Oga probablemente habría sido atacado inmediatamente, pero por otro lado era imposible negar el hecho que me ayudo sin deberme nada, ¿por qué?, ¿que lo ínsito a eso?, era irreal creer que alguien ayudaba nada más porque si a un extraño, en todo caso, eso quedaba para después -Uno, dos, cinco, diez- dije en voz baja -¡No me importa cuántos sean, voy a acabar con ustedes!- una vez más sostuve con fuerza mi espada preparándome.

No espere a mis compañeros, una vez más mi lado individualista surgió y corrí al frente sin importarme que los otros puercos me estuviesen tomando como objetivo -¡Malditos!- notablemente enojado me lance contra jabalí 2 pues era el más débil de ahora y con mi espada sostenida de manera correcta la moví de un lado a otro tratando de cortarle la cabeza o cara, lo que fuera más efectivo para acabar de una maldita vez con él, después trate de ponerme en guardia preparado para los demás, no me iban a intimidar unos cuantos colmillos en cara de cerdos, además no podía aceptar ser el más débil, eso jamás, para mí era obvio…la gloria, o la “muerte”.

No pude evitar soltar una exclamación de sorpresa al ver como el jabalí que había golpeado había terminado convertido en datos. Miré a Oga con una sonrisa alegre, habíamos hecho un buen trabajo juntos. No podía confiarme todavía, pero me sentía un poco más aliviada al saber que al menos era capaz de atacar a una criatura. "Con más práctica podría hacerlo mejor" pensé optimista, si todo salía bien en esta misión, entonces haría todo lo posible por mejorar. Él había hecho gran parte del daño, pero nuestra aparente coordinación nos había dado la ventaja para ganarle al jabalí, me alegraba saber que eramos capaces de trabajar como un equipo.

Miré a mi alrededor buscando a Black, al parecer había tenido problemas con su oponente. Fue en ese instante cuando sentí un golpe lo suficientemente fuerte como para botarme al piso; me había dado en el costado derecho el cual sujeté con mi mano izquierda sin soltar la espada. Me levanté con cierta dificultad a causa del golpe, pero luego de unos segundos lo olvidé la existencia del dolor por completo; ya que había visto como el número de jabalíes aumentaba. "Si no actúo rápido, puede que esto no termine bien" pensé preocupada, sujeté mi arma con más fuerza.

Aparentemente no había sido la única atacada por un jabalí, ya que Black también estaba en el suelo. La mayoría de los animales tenía la vista fija en él, lo más probable era que atacaran luego de matar al jabalí 2. Mi cabeza funcionaba a máxima capacidad, intentaba predecir los posibles movimientos de esas criaturas; sin embargo necesitaba tiempo, algo que en estos momentos no tenía. Tenía que tomar decisiones definitivas en segundos, eso hacía que mis niveles de ansiedad aumentaran considerablemente.

Los movimientos que habíamos utilizado Oga y yo habían funcionado, si repetíamos la acción una y otra vez podríamos sacarnos a estos animales de encima con relativa facilidad. Sin embargo el hecho de que Black quisiera trabajar por su cuenta dificultaba considerablemente las cosas. Mantuve la mirada fija en el jabalí 4, el cual me había atacado y parecía estar listo para cualquiera de mis movimientos. Ya que Oga estaba apoyando a Black, tenía la esperanza de que cuando terminaran con el jabalí 2, me ayudarían con este.

Me acerqué al jabalí 4 corriendo, parecía que fuera a embestirlo. Pero segundos antes del aparente choque, salté hacia la derecha a toda velocidad. Con mi espada lo golpeé en las costillas, rogaba que hubiera sido lo suficientemente fuerte como para causar algo de daño. Luego del ataque me alejé del animal a una distancia segura en caso de que el ataque no hubiera surtido mayores efectos. Para mi propia suerte, los demás jabalíes no parecían haberme prestado atención, ya que todos tenían la vista fija en Black. "Tengo que acabar rápido con este para intentar ayudar a Oga y Black, aunque él no quiera" me dije a mi misma.

Ahora si estaba en problemas, el jabalí que acababa de atacar parecía no haber recibido mayores daños. Y aquello no era la peor parte, Oga y Black parecían demasiado ocupados como para que me apoyaran. Estaba preocupada por ellos, ya que ambos habían recibido daño por parte de los jabalíes. Hice una mueca de frustración de forma inconsciente, las cosas parecían comenzar a aumentar de nivel; teníamos que ingeniar algún plan para coordinarnos los tres.

En ese momento fui atacada nuevamente por el jabalí, esta vez el ataque fue mucho más fuerte de lo que había sido la vez anterior. No solo había salido despedida con una velocidad considerable, si no que además mi aterrizaje fue un total desastre, esto debido a que terminé sobre una roca. La punzada realmente fuerte apareció instantáneamente, solté un quejido audible de dolor al mismo tiempo que tomaba con ambas manos el lado izquierdo de mi cadera. Allí fue cuando caí en cuenta de que no tenía mi espada. -Demonios- dije mirando a mi alrededor en búsqueda de mi única arma.

Vi que mi espada estaba a menos de seis metros desde mi punto, al intentar levantarme una fuerte punzada hizo que cayera al suelo nuevamente. "¡Tienes que levantarte!" me gritaba mentalmente sacando fuerzas de la nada para continuar. Había visto como mi barra de vida había disminuido levemente, haciendo que mi nivel de estrés aumentara levemente.

El jabalí 4 parecía estar preparado para atacarme de nuevo, lo miré con cierto enojo. Hice una respiración honda antes de levantarme lo más rápido que mi cuerpo me permitía, me dirigí hacia mi espada. La criatura hacia comenzado a correr en mi dirección para embestirme de nuevo. Una vez que tomé mi espada me devolví hacia la roca contra la que había caído atraiéndolo hacia ese sector, de pronto recordé las palabras de Oga hacía unos días: "tu mente es la que está conectada, así que este cuerpo tuyo será tan fuerte como tu mente, y todo movimiento genéralo sin sentirte limitada".

Subí a la roca con un poco de dificultad, el jabalí 4 estaba realmente cerca. Por suerte la roca no era ni muy alta ni muy baja, por lo que tardé unos cuantos segundos en treparla, tiempo en el cual el jabalí estaba a menos de dos metros de mi posición. Justo cuando este estuvo a punto de frenar por la presencia de la roca, salté sobre este enterrándole la espada en el lomo. No sabía que tan efectivo había sido mi ataque, volví a trepar la roca a toda velocidad esperando que Oga y Black estuvieran bien.

Falle de la manera más idiota posible, o al menos eso me parecía a mi pues no logre hacerle casi nada a la bestia que tenía enfrente, ella me logro tirar o casi pero logre sostenerme, aunque tras una nueva embestida caí al suelo sin soltar esta vez la espada aferrándola con fuerza a mi mano, rodé por el suelo levantándome rápidamente y en ese momento sentí un golpe a mi costado y después otro en mi espalda haciéndome salir uno o dos metros al frente golpeándome contra el suelo con fuerza. Apreté mis puños con fuerza mientras trataba de recuperarme “¿Que estás haciendo idiota?, ¡levántate!” por un momento me gire quedando con la cabeza al cielo y observando al otro chico Oga con un rostro entre enojado y confundido “Es imposible, es imposible, ¿por qué el sí puede hacerlo?, ¿porque?” con cada instante que recordaba como ese chico vencía a sus bestias mi frustración aumentaba, era idiota esta situación, ¿cómo era posible que esos dos estuviesen haciéndolo tan bien?, no podía simplemente quedarme ahí como “la damisela desamparada”, si seguía de esta forma nunca iba lograr llevar a Luma a los cien niveles, siendo tan débil jamás lograría ayudarla a ganar este juego “¡Levántate pedazo de inútil, tu puedes!” me grito mi voz interior y con decisión coloque ambas manos a nivel de mis hombros doblando mi cuerpo para con fuerza de un solo salto levantarme como en esas películas de pelea -truco que aprendí estando en el equipo de baloncesto- respire un tanto agitado porque aún me dolía la zona que me habían golpeado anteriormente; escuche las palabras de Oga, querían ayudarme, sabía que quizás eso era lo mejor, pero mi orgullo jamás me dejaría aceptarlo, no podía aceptarlo -Yo soy Black Tyranno…- mencione en voz alta y después grite -¡No necesito la ayuda de nadie, acabare con esto yo solo!-.

Observe al jabalí 2 con enojo -¿Acaso eso es todo lo que puedes hacer maldito puerco?- después mire a los otros dos que me habían atacado y les hice una señal de que me volviesen a atacar -¿Qué pasa?, ¿eso es todo?- relamí mis labios y entonces devolví la mirada a jabalí 2, por un momento se me figuro ver a uno de esos tipos molestos que se la pasaba molestándome en la escuela -¿Que vas a hacer ahora?- aferre con fuerza mi espada.

Pasaron apenas uno o dos segundos cuando corrí en dirección al jabalí 2 enojado sosteniendo la espada con ambas manos y cuando estuve cerca de él salte a un costado tratando de usar otra estrategia, con la espada realice un movimiento diagonal ascendente tratando de darle en un costado del torso buscando claramente acabar de una vez por todas con su vida, pero esta vez mire a los otros dos jabalíes tratando de posicionarme de la mejor forma defensiva posible pues obviamente me iban a atacar una vez más -¡Blake!- le grite a Oga -¡No vas a derrotarme!, ¡nunca más!- por un momento lo había confundido con mi hermano mayor, tal vez porque se parecía algo físicamente o porque al igual que mi hermano siempre era mejor que yo en todo, pero no esta vez…nunca más.

Finalmente aquella porquería había muerto y me sentía todavía más furioso, necesitaba continuar matándolos hasta que no quedase ninguno, mi frustración, los recuerdos de Blake, mi familia, Luma, todo se me venía al mismo tiempo, si no podía con esto no iba a poder cumplir la promesa que le hice a Luma de llevarla hasta los cien niveles, tenía que volverme más fuerte, necesitaba ser más rápido más hábil y para ello no necesitaba ayuda, solamente requería incrementar mi nivel. Note como el chico Oga clavaba su espada en un jabalí y aparentemente con ello la perdía, mientras tanto me enfoque en mis otros dos jabalís, estaba a punto de ir a atacarlos cuando vi que la otra chica aun no acababa con el suyo, entonces me encontré en una encrucijada, ir por los míos como estaba planeándolo o mejor ayudarla para destruir su jabalí y cambiar las cosas a nuestro favor, claro, yo soy individualista pero no quiere decir que sea un completo idiota. Tuve que elegir en cuestión de segundos, el tiempo pasaba y los enemigos se estaban preparando para atacarme de nuevo, además Oga estaba ocupado con su animal, fue entonces cuando hice mi elección.

Corrí rumbo al jabalí 4 tomando con fuerza la empuñadura del arma, aproveche que estaba a sus espaldas y me fui moviendo esta vez en forma de zig-zag porque los otros dos aparentemente aún estaban enfocándome como blanco y lo que menos quería era que interrumpiesen mi carrera. Finalmente cuando estuve lo suficientemente cerca di un salto hacia adelante para tratar de dar una estocada al cuerpo del jabalí 4 y de una vez por todas acabar con su miserable existencia si es que a eso se le podía llamar una cosa viva. Al estar realizando el ataque me vino a la mente algo que me había dicho ese chico de gafas “Esta es una lucha por la supervivencia” y cuando hasta ahora todo me lo había tomado como un juego por un momento pensé… “¿Y si es verdad?” no, eso no podía ser real, porque si lo era significaba que estas cosas podían llegar a matarme si me seguía descuidando de manera tan grotesca y morir significaría no poder ayudar a Luma a llegar más y más lejos en este juego, por primera vez desde que estaba dentro sentí algo de miedo, pero ese miedo pronto se convirtió en convicción.

Una vez que realizara el ataque me movería para quedar de frente a los enemigos pues por experiencia pasada había comprobado que darles la espalda era uno de los errores que se podían cometer en este juego; la adrenalina -o eso que me provocaba una reacción de excitación- corría por mi cuerpo y lejos de llegar a pensar en morir comenzaba a darme cuenta de algo…esto me gustaba, no sé si era por el momento anímico que tenia o por alguna otra cuestión, pero comparado a mi vida de porquería…esto era lo mejor.