Misión 1.5 ¡Exterminio de Jabalíes!

Mi ataque casi no había surtido efectos en el jabalí, aquello me frustró un poco, pero no era momento de echarme a morir por eso; aún tenía energía de sobra para continuar peleando. Si era cierto, mi personalidad era bastante retraída y un tanto débil, mi fuerza de voluntad no lo era; no me rendiría hasta haber agotado todas mis opciones. Vi como la criatura no me quitaba la vista de encima, no podía bajar de la roca hasta que se desconcentrara o mostrara algún gesto de debilidad, porque aparentemente no se iba a ir tan fácil. A la altura a la que me encontraba era realmente difícil que las piernas cortas del animal le permitieran subir, por lo que me encontraba "segura".

Dirigí la mirada hacia Oga y Black, el primero intentaba recuperar su espada mientras que el segundo acababa de matar al jabalí con el que se había estado enfrentando. Habían dos animales que tenían la vista puesta en Black y parecían estar más que listos para atacarle. Cualquiera habría creído que continuaría peleando contra ambos jabalíes, pero no fue así.

Black corría hacia el jabalí 4 en zig-zag, aquello me descolocó ya que hasta el momento parecía que quería jugar esta misión por su cuenta. Sin embargo también me alegró saber que habría considerado la opción de trabajar en equipo con Oga y conmigo, aunque yo no fuera de mayor ayuda. Miré nuevamente al jabalí 4 y comencé a emitir sonidos lo suficientemente fuertes para que solo este me escuchara y poder mantener su atención puesta en mi; de esa forma Black podría realizar mejor su ataque.

En el momento en que el chico dio la estocada, salté de la roca cayendo a un costado del jabalí 4 sin darle tiempo de que escapara le enterré nuevamente la espada entre las costillas; esperaba que esta vez surtiera mayor efecto que antes. Retiré la espada para alejarme unos cuantos metros sin darle la espalda y fijándome que detrás de mi no hubieran otros jabalíes. Black hizo lo mismo, "a porrazos se aprende" pensé sin quitar la vista de los animales. Él les había dado la espalda y yo perdí la concentración, ambos pagamos el precio de aquellas acciones; sería realmente tonto caer en el mismo truco dos veces. Quería agradecer a Black por ayudarme, pero si lo hacía corría el riesgo de desconcentrarlo, "después le agradeces Mei" me dije a mi misma a la vez que apretaba la empuñadura de mi espada con fuerza.

El estúpido animal no había muerto aun y esto comenzaba a ponerse bueno, aún seguía metido en el trance de ira que se me había formulado en obsesión por no dejarme derrotar, veía a cada momento la figura de Blake en los jabalís y quería atacarlos, atacarlos hasta hacerlos desaparecer. Estaba por atacar de nuevo cuando sentí dos impactos más a un costado, estuve a punto de caer pero solo trastabille unos pasos y logre sostenerme, por alguna razón ahora ya no me sentía tan bien, estaba comenzando a resentir todos los golpes que mi cuerpo había recibido, pero no me iba a rendir, no porque eso significaría aceptar que yo era inadecuado, eso era peor que la muerte, no, no iba a perder, yo iba a ganar -¡Tu!- le grite a Harumi -¡Ya no te entretengas en este animal, yo acabare con el!- la verdad es que dudaba mucho que el jabalí resistiera más y sería tonto que ambos nos enfocáramos en un enemigo ya prácticamente al punto del deceso, por no decir que atrás mío tenía a otros dos jabalís. Empuñe la espada pero justo cuando iba a hacer algo más escuche algo extraño.

Me gire un momento viendo más lejos a otro jabalí más aparecer en escena -Pero qué diablos, esto no se va a acabar nunca- aunque por momentos me sentí desesperado no caí en ese juego, ahora tenía que pensar más en lo que convenía para todos y con ello lograr superar esta prueba. “No voy a perder, Luma, tengo que llevarla al nivel cien, voy a lograrlo, uno, cien, doscientos, que vengan los que sean, voy a acabar con todos aunque deba hacerlo uno por uno” mi irritación llego a su punto cumbre cuando recordé la promesa que aquel día le había hecho.

No perdí más tiempo y me eche a correr contra jabalí 4 que me estaba dando la espalda, una vez más trate de un ataque simple, cuando estuve lo suficientemente cerca eleve mi espada sobre mi cabeza y con toda la fuerza la deje caer en su torso tratando de acabar de una vez por todas con ese maldito engendro, poco después di un salto atrás, sabía bien que los jabalís iban a venir de nuevo por mí, pero ese era el chiste -¡Harumi!, ¡ayuda a Oga!, ¡yo me encargo de estos animales!- había elegido esto porque de reojo logre ver el gran golpe que aquella bestia había arremetido contra el otro chico, considerando que Harumi era la más saludable y que se llevaba bien con el tenían una mayor probabilidad de vencer a ese que parecía ser “el jefe”, además, si lograban derrotar al más fuerte sería mejor, porque estos dos jabalís frente a mi aunque fuertes no eran tan riesgosos como aquel, me apegaba al viejo dicho “Corta la cabeza y el cuerpo muere” y si mi lógica era correcta, matando al más fuerte las cosas serían fáciles, eso contando que ninguno de nosotros muriese antes, que situación.

El jabalí había puesto sus ojos en mí luego de atacarle, sabía que vendría a por mi, pero al menos podía intentar esquivarle de alguna forma. "O causarle más daño con su propia fuerza" una leve sonrisa apareció en mi rostro, cualquiera me habría tachado de confiada...incluso yo misma podría haberme considerado de esa forma cuando termináramos esto. Coloqué mi espada frente a mi pocos segundos antes del inminente impacto, puse mis pies firmes sobre el suelo para frenar al animal, con algo de suerte podría conseguir hacerle algo de daño. El problema fue que el lapso de tiempo entre el momento en que alzaba mi espada y el choque fue demasiado corto, por lo que no alcancé a frenar su ataque...mucho menos a esquivarlo. Tomé mi espada con fuerza al momento de la embestida ya que no podía hacer más. Sentí sus colmillos enterrándose en mi pierna izquierda, una punzada de dolor apareció en el instante, me mordí el labio con fuerza para no dejar un grito de dolor...lo que menos quería en ese momento era desconcentrar a mis compañeros. No tenía idea de cuantos metros había sido empujada por el animal, pero cuando el movimiento se detuvo abrí los ojos; vi como mis PS disminuían.

Sin embargo las cosas no parecían estar mejor para Black, ni mucho menos para Oga. El primero había sido embestido por un par de jabalís, los cuales mantenían su completa atención enfocada en él. Me levanté con cuidado, a pesar de que era un juego, el dolor existía; sin embargo mi pierna estaba "sana" pero mi cerebro me decía a través de leves punzadas que había quedado resentido. Escuché un chillido al que no estaba acostumbrada, era más profundo y sonoro, desvié la mirada hacia Oga, quien se encontraba frente a un jabalí de tamaño considerablemente mayor a los que nos habíamos enfrentado hasta el momento. -Parecen mosquitos, matas a uno y aparecen cien- dejé escapar con cierta molestia, estaba comenzando a tener una mezcla de emociones, las principales eran rabia y desesperación. La situación se estaba complicando bastante.

Black aprovechó de atacar mientras el jabalí 4 permanecía con la vista fija en mi, apreté mi espada con firmeza antes de comenzar a correr hacia el mismo jabalí. Mi compañero realizó su ataque y nuevamente aprovechando la desorientación de este le ataqué por el costado intentando causar daño suficiente como para matarlo. Black quería que apoyara a Oga, sin embargo, no podía dejarlo atrás con tres jabalís...por mucho que uno de ellos estuviera débil. Si no acabábamos con el jabalí 4 y yo corría hacia Oga, quizá el animal me persiguiera. Me fijé en los animales que miraban a Black, no me di el tiempo de fijarme si el jabalí que acabábamos de atacar había muerto o no, -te encargas de ellos- dije mientras le dedicaba una suave sonrisa, luego de ello corrí a toda velocidad para intentar ayudar a Oga con el jabalí 8, si acababa con ese podría ser de más ayuda para ambos. Me puse en posición defensiva esperando el movimiento del jabalí 8, sin darle la espalda al jabalí 4 (si es que este no había muerto ya); tenía los pies firmes sobre el suelo y mi espada firmemente agarrada frente a mi.

El jabalí 4 se había convertido en datos para mi suerte, lo que me dejaba libre para intentar ayudar a Oga con el jabalí 8 y el Dux. Rogaba en mi fuero interno que Black pudiera acabar con los otros jabalíes sin recibir mayor daño. No quería que ni Black ni Oga se convirtieran en datos como lo habían hecho los animales cuyos PS había llegado a cero. No podría perdonarme si algo les llegara a pasar. Sabía que era tonto pensar que alguien como yo fuera capaz de ayudarles, pero al menos podía evitar meter la pata...con eso bastaba por el momento.

Escuché la indicación de Oga sin detener mi carrera, si lo que decía era cierto, tenía posibilidades de acabar con él con pocos ataques. Sujeté mi espada con fuerza y rodeé al jabalí 8 de tal forma que no pudiera ver que me acercaba a él. Cuando llegué a estar a sus espaldas, corrí velozmente para luego dar un salto lo suficientemente alto como para asestarle un corte a lo largo de su columna vertebral; pude ver como el lugar donde había dado el golpe se convertía en datos color rojo. Aterricé en el suelo a un costado del jabalí 8, me apoyé con una mano para no perder el equilibrio.

Me aparté del jabalí 8 rápidamente sin darle la espalda, coloqué mi espada frente a mi a modo de defensa. Necesitaba que ese último ataque surtiera efecto en el jabalí para poder ayudar a Oga a acabar con el Dux, de esa forma solo nos quedaría acabar solo con los jabalíes pequeños.

Finalmente el jabalí había sido destruido, aunque no por mi acción sino por la de Harumi, nuevamente sentí ese fuego ardiendo en mi interior, ¿es que acaso hasta ella iba a ser mejor que yo?, maldita sea mi suerte, ¿por qué siempre tengo que ser el más débil?, ¿porque siempre tengo que ser el perdedor?, ¿porque siempre debe haber gente que me supera en todo?, ¿porque siempre seré la sombra de Blake?, otra vez mi mente se llenó de recuerdos y humillaciones, me llene de furia pero más que eso me llene de frustración, jamás iba a llegar a los cien niveles, ¿para qué engañarme?, alguien como yo jamás podría llevar a Luma hasta el final, tal vez solo debería rendirme, tal vez solo debería dejar que estas cosas acabaran conmigo, despertar de una vez y volver a mi estúpida vida, incluso la muerte no sonaba tan mal, después de todo, ¿qué podría pasar?, solo me haría pedazos y ya, pero nuevamente el rostro de Luma y sus palabras de esperanza me llegaron al alma, vale, soy un desgraciado y un inútil, un estorbo para todo mundo, pero ella siempre me ha ayudado, no puedo dejarla aquí en este mundo a su suerte, no al menos hasta que la lleve lo más lejos que me permita mi debilidad, seguramente de todos los presentes soy el más inútil, pero eso no significaba que no pueda pelear, por lo mismo tomando mi arma con fuerza viendo a los otros dos jabalís que estaban enfocados en mi recupere la confianza -Uhm…- moví un poco la espada -¿Y a ti que te asusta?- señale a un jabalí con mi espada pronunciándole las palabras que Blake una y otra vez me repetía cuando éramos pequeños “Y dime Roy…¿a ti que te asusta?”.

No perdí más tiempo y me dirigí contra el jabalí 6, nuevamente de frente, sin miedo, sin trucos, sin tratar de lucirme, solamente pensaba en una cosa y eso era llevar a Luma hasta el nivel cien, daba lo mismo si para eso tenía que acabar con cien de estas cosas o con mil, para mí era lo mismo, no tenía esperanza de salir con vida de este juego, pero mi esperanza era ella, por lo mismo, no me rendiría, no al menos hasta que estuviese hecho trizas. Fue así que salte estando cerca de él y trate de asestarle un corte en la cabeza, necesitaba acabar lo más rápido con esto para ir con los otros dos y acabar esto de una buena vez.

Con el jabalí 8 fuera de juego, Oga y yo podríamos concentrarnos completamente en atacar al Dux, quien para mi mala era enorme y demostraba su ferocidad. La instrucción de mi compañero fue clara, no tuve ni siquiera tiempo para dudar; por algún motivo entendía lo que Oga planeaba. –De acuerdo- exclamé, con esas palabras atraje la atención del Dux.

Mis ataques distraerían al Dux el tiempo suficiente para que él recuperara su espada, luego él podría atacar. Ahora, si Oga no alcanzaba a atacar lo suficientemente rápido, mis PS iban a descender por un posible ataque del Dux. Tenía fe en que lo que había planeado Oga funcionaría; todo calzaba claramente, con esa idea en mi cabeza me acerqué al Dux a toda velocidad intentando un ataque frontal. El enorme jabalí corrió hacia mí, pocos segundos antes del choque brinqué hacia la derecha para asestar un golpe en ese costado. Rápidamente me aparté de él sin quitar la mirada de la criatura.

Luego de que Dux detuviera su carrera aproveché su quietud para atacar de nuevo, esta vez por la espalda. Coloqué mi espada de forma horizontal mientras me acercaba nuevamente al Dux esta vez por la izquierda, “espero que esto funcione” supliqué en mi fuero interno. Sin detener mi carrera, alcé mi espada a mi costado derecho. Al correr por detrás del Dux, hice un corte en sus piernas traseras, quizá de esa forma tendría algo más de tiempo para poder alejarme y prepararme para su ataque.

(Se supone que a partir de este punto van los dos ataques de Oga )

La verdad es que me había desconectado del mundo, no sabía dónde estaba y mucho menos que estaba pasando a mi alrededor, en mi cabeza solo quedaba una cuestión “Acaba con esto de una maldita vez” esa voz se repetía en mi cabeza una y otra vez, pensaba solamente en acabar de una vez por todas con este estúpido animal y seguir con el siguiente, el tiempo que desee trabajar en equipo había desaparecido pues en esta ocasión estaba más consiente que cada quien debía apañárselas como pudiese, de todos modos no es que yo quisiese o necesitase ayuda de Oga y Harumi, no iba a caer en eso de nuevo, nunca más. Los golpes que resentí me dolieron menos de lo habitual, como si por tanta furia contenida mi cuerpo se hubiese fortalecido al punto de evitarme sentir dolor, el ataque solamente provoco en mi un ansia más grande de atacar -¡Ahora si ya estoy verdaderamente molesto!- le grite a la bestia al momento que me echaba a correr contra ella, tenía una estrategia en mente, algo muy raro pues antes solamente atacaba sin pensar esperando que cada golpe acabase con la vida de un animalejo.

En esta ocasión me dirigí de nuevo frente al jabalí 6 pero estando cerca del mismo me barrí por un costado buscando flanquear su defensa, me levante rápidamente y con todas mis fuerzas corrí de nuevo hacia él y en esta ocasión salte para caer a su lado contrario “Es ahora” me gire aprovechando la inercia del mismo giro para lanzar un corte directo a su cuerpo buscando con ello provocar el mayor daño que fuese posible, lo que por un momento llego a preocuparme es que estaba tan centrado en acabar con esta cosa que no me había parado a ver cuántos jabalís más quedaban.

Después de realizar mi ataque di un salto atrás como siempre hacia tratando de no quedar en desventaja ante un posible ataque frontal, era curioso pensar que esta batalla no debía haber durado tanto y sin embargo para mi toda una vida me separaba del comienzo de la misma, aunque claro, de ser demasiado fácil no sería divertido y para que un juego fuese divertido se requería cierto nivel de dificultad y de realismo, pero algo más importante, ya no estaba seguro si esto era mentira o realidad, eso contradecía muchas cosas.