ahi heridas que no sanan [Libre]

No sabia cuantas veces había venido aquí antes pero si que la cantidad de muertes era indescriptible al menos ya habían pasado los dias mas atroces los cuales el suicidio no era raro, siempre venia acá cada vez que podía, mínimo una vez a la semana y es que para mi era imposible no acercarme acá realmente me dolía tanto... Y sentía en mi corazon tanta culpa, realmente me sentía mal por sus muertes, seguía creyendo que era mi culpa sus muertes.. Sobre todo mi hermano mayor... Y allí estaba, parada frente a aquel obelisco el cual entre tantos nombre miraba uno en particular Ren. Muerto en misión que amargo... Se sentía tan amargo pensarlo, mi hermano mayor... Mi hermano... Jamas volverá y el resto... Kage, Tomas y otros mas encabezaban mi dolorosa lista negra de perdidas y ahora... La nueva arquicion de el obelisco... Suspire decaidamente mientras un leve quejido ahogado escapaba de mis labios pero no me importó... Nadie venia aca, le temían o les parecía un lugar al cual jamas se debería ir... Un lugar para "valientes" bah.. Yo dormía dentro de esta posilga o en sus escaleras asta que conocí a Oga y harumi...
Una triste sonrisa se formo en mis labios y con dolor mire aquel nombre tan especial para mi, me dolía... Me quemaba mas que el veneno y penetraba mas que el filo de la espada, era algo que no sanaria no ahora... No hoy... Ni no mañana, tal vez algun dia pero ahora no... Un suspiro pesado salio de mis labios mientras miraba aquellos nombres, comenzando a desplasarme en silencio rodeando aquella Cosa la cual tanto dolor me causaba, intentaba disimularlo cuando harumi estaba conmigo o oga estaba cerca pero el en especial me descubria sin siquiera esforzarse... Me hacia rabiar el no poder ocultarlo... De por si todos tenian una terrible carga encima

Mis orbes azules con un brillo verde intenso se posaron en cada nombre y letra que podía, estar aqui me recordaba la realidad... Que el vivir puede ser un sueño y que a mi muerte posiblemente me dirijo, no quiero desconfiar en nadie pero con tantas perdidas no podía evitar desconfiar de la seguridad que Oga prometia para ambas, de que ellos no moririan... En realidad tenia un inmenso miedo el encariñarme con ellos y luego verlos aqui... Tachados... Me mata, me mata aunque el juego no lo haga... Mi corazon sufrira... Igual que como hoy lo hace
No tenia miedo de este lugar a diferencia de muchos, en realidad creo que era la unica mirando aquel obelisco negro con los nombres de todos, aunque.. Por otro lado este lugar me traia ilusión a la vez al ver a algunos de mis allegados no estan tachados y. La suficiente fuerza para darle a cada monstruo una razon para odiarme o alejarse de mi... Realmente ahora mismo... No importaba

Ya había pasado por muchos lugares del primer piso, pero había uno que me llamaba extrañamente la atención, uno al cual pocos se atrevían a ir como si fuera el "Tabú" de esta sociedad. Esta era la "Habitación de la Resurrección" la misteriosa torre en la cual se tachaban y eliminaban las vidas de los jugadores muertos, a quienes morían solo se les recordaba por un amargo y doloroso nombre tachado en una extraña muralla.
Mientras entraba a esta habitación no pude observar a nadie de camino, como si nadie quisiera darse cuenta de la triste realidad de este lugar. Una vez dentro de la gigantesca habitación me detuve para contemplar con mas detalle ese tétrico lugar.
Después de unos segundos pensado di unos pasos acercándome a ese extraño muro, al parecer había una chica en un tono bastante melancólico, la chica parecía no haberme visto probablemente estaba distraída.
Aunque dudo por un momento me acerque a la chica y le dije
"Disculpa... ¿estas bien?"
en un tono bastante amable, pues no la conocía y no quería que pensara que tengo malas intenciones.

Me sentía tan mal, realmente mal y culpable, al menos no había nadie para verme asi y con aquella expresión, no quería preocupar a nadie y mucho menos a mis amigos, conociendo a Oga me daría mi espacio en estos temas, harumi cree que voi a buscar otros sitios de comida... Al menos aquella dulce niña de cabellos blanco y gran inteligencia a pesar de su Edad, seguramente sobrevivirá a este infierno... Sin poderlo evitar comencé a pensar en Alvaro y en sus palabras aquel día que lo conocí... Este sera mi castiga por la muerte de mi madre? Tal vez...
Seguí admirando a paso lento mi recorrido alrededor de este gran "monumento" aquel obelisco negro, mientras mis orbes tomaban una tonalidad oscura, un azul casi tirando a negro con la excepcion de que mis pupilas, siempre permanecían iguales: blancas. Suspire con cansancio, el estar aqui era como si un inmenzo dolor y como si la misma gravedad me jugara una mala pasada, todo se sentía tan pesado aquí, me sentía tan infeliz... Y era algo que creo que no sanaria... Porque por mi culpa murieron mi propio hermano y mi mejor amigo... No me di cuenta de que alguien estaba cerca asta que una voz me sobresalto

-e-eh?!?!- simplemente solte para abrir mis orbes como platos en sorpresa y girar mi cabeza en direccion a aquella voz para encontrarme con unos orbes azules, los cuales de un tono muy bonito a diferencia de los mios que en esos instantes de un tono azul oscuro casi negro y cargados de un amargo dolor se habian visto opacados, mis mejillas rosada y sin mi capucha verde simplemente traia mi ropa "ninja" de un color verde con degradacion en negro, parpadee un poco sorprendida para luego cruzar mis brazos intentando comprender del todo como es que ese chico llego alli y porque no lo habia notado, mire al suelo sin encontrar palabras y aunque mis labios se movian de ellos nada salia, alze mi mirada para sonreirle intentando no causar alguna preocupación -s-Si... Estoy... Bien... Disculpe....- aunque lentamente pensandolo mas detalladamente, volvi a mirar a aquel chico y entrecerre mis ojos no muy segura... Sentia un deja bu...
-te conosco?-

Al mirarme la chica cambio completamente su forma de ser como si tratara de ocultarme algo, aunque ya me había dado cuenta. No sabia si debía preguntarle por que lo había hecho o simplemente callar pero para no causar problemas decidí reservarme mi pregunta. Efectivamente la chica no me había visto y cuando me respondió lo hizo en un tono sorprendido. Al verla parecía una chica amable y tranquila aunque la situación actual no lo demostrara, así que supuse que no tendría malas intenciones y le di un poco mas de confianza. La chica me parecía extrañamente familiar aunque estaba seguro de no haberla visto nunca e incluso ella me pregunto si me conocía, quizás ella sintió lo mismo.
Cerré mis ojos por un momento y me puse a recordar, aunque nunca tuve una buena memoria memoria. Aunque lo intente con todas mis fuerzas no parecía haberla conocido de antes, quizás solo la estaba confundiendo con otra persona. Finalmente abrí los ojos y dije:
-No, creo que no nos conocemos-
Incluso una vez termine de hablar seguí intentando recordar si la conocía, aunque no conseguía nada.
-Me presento. Soy Lyud, Un placer!-
Dije amablemente esperando que la chica también se presentara y me dijera su nombre para ver si quizás el nombre me sonaba mas.