TRAMA GLOBAL

Post Final del rol anterior xd:

Off; Put*****a mi peor post en la vida e.e

La noche era joven. Fresca y apasionada como siempre. Maravilloso velo nocturno que amplifica la capacidad de los sentidos y hace sentir lo que muchos ansiarían en sus vidas. ¿Qué mejor momento para salir y pasar por el restaurante Yoshida para comer algo de Ramen? Desde aquel momento en que alcanzó un estado de miseria incomprensible para su ser, maduró. Ahora es más abierto a la sociedad y se permite salir completamente solo a altas horas de la noche, para alimentar un poco su estómago. Su padre no había perdido influencia de alguna forma. Desde las sombras, parecía comandar todo lo que necesitaba en la superficie. ¿Era realmente ese hombre un genio? Le admiraba completamente. Fue antes de salir de su apartamento que encontró una caja posada en dichosa entrada. A pesar de que Taiga quería comer algo de Ramen, suponía que debía abrir el paquete. No había indicaciones, ni entrega, ni aviso, ni nada. Sin duda era obra de su padre, siempre tan discreto como siempre. Se quitó su chaqueta y la dejó encima de la caja de mala gana, así levantando ambas cosas con sus manos y llevándolas de regreso al interior del apartamento.
Luego de poner la prenda en su lugar y de colocar la caja en el centro de una mesa, se sentó en una silla, inclinándola hasta el punto en que fuera a caer, y miró fijamente el paquete. A juzgar por el aspecto de la caja, no era nada convencional. ¿Qué significaba realmente “Nerve Gear”? Si era algo así como un aparato electrónico, Taiga no pretendía saberlo, pues estuvo mucho tiempo alejado de la tecnología y probablemente no le llegaría una idea a la cabeza. La caja era simple, pero el nombre completo del producto retumbaba en su cabeza como una puerta; una puerta que estaba siendo tocada y quien estaba detrás, esperaba impaciente a que la abrieran. Decidió entonces levantarse. Fue hasta la cocina y tomó el primer cuchillo que vio en ésta. Sin duda era un desperdicio usar una herramienta tan útil en eso, sin embargo, quería abrir esa endemoniada caja cuanto antes. Fue en ese instante que penetró y liberó el producto que sus ojos brillaron. ¿Qué era precisamente eso? ¿Sorpresa? Él lo veía como algo más… Emoción.

Un casco de gran tamaño y con algunas entradas y conexiones. Bastante pasado de moda y algo intrigante, sin duda. Al inspeccionarlo y mirarlo más de cerca, se había dado cuenta de algo. Claro que había escuchado de esto. Cuando caminaba por las calles, todo tipo de anuncios y promociones se encontraba. Aunque no estaba interesado en aquellos lujos en ese momento, había un anuncio que abundaba mucho por las calles. Nerve Gear… Sword Art Online. Exactamente, estaban conectados. Un juego de realidad virtual completo. Añorado por muchos y tal vez el mejor juego que se haya liberado en mucho tiempo. Taiga nunca ha sido un gran amante de los videojuegos, pues su experiencia como jugador ha sido muy poca, por no decir que es nula, sin embargo, por lo que tiene entendido es un juego de tipo medieval. En eso siempre ha sido talentoso, pues su padre le ha confiado gran parte de su conocimiento y tanto la cultura escandinava como la asiática han sido de su agrado desde que era un infante. Era un gran esgrimista y perfecto luchador; de gran condición física y buena destreza. ¿Serviría de algo estas virtudes dentro de un juego? No lo sabría hasta que lo intentara, obviamente.
Antes de comenzar con tan ovacionado juego, revisó todo tipo de manuales, guías y hasta se puso a investigar un poco acerca de esto. El creador era catalogado como un genio, así que esperaba que algo como Sword Art Online no le defraudase y mucho menos le hiciera perder el tiempo. Después de todo, no se reemplaza un tazón de Ramen por un poco de ocio.

Se mantuvo toda la noche leyendo el manual, con intención de identificar un poco la modalidad de juego. Le había convencido sin duda y lo probaría antes de devolverlo. Ya era de día y él no durmió ni un solo instante. Su vista estaba intacta y no estaba fatigado de ninguna forma. Si bien, necesitaría descansar un poco, por lo que leyó, no sería necesario. Se levantó y estiró un poco, dejando así la guía sobre la mesa. Luego de digerir algo y asearse, finalmente tomó lo que era la consola y se la colocó en la cabeza. Nada pasó. ¿Era realmente así como funcionaba? Luego de tomar nuevamente el manual, vio algo útil: Debía pronunciar “Link Start” para comenzar con el juego. Siguió las recomendaciones y soltó nuevamente la guía. Esta vez tenía el casco en la cabeza y las palabras en la boca. -Link Start.- Nada pasó, de igual manera. ¿Qué clase de consola defectuosa era esa? ¿Cómo se suponía que iba a jugar si ni siquiera podía entrar? Se quitó el casco de nuevo y molesto, le colocó en la mesa. En ese preciso momento, notó las conexiones adheridas a éste.
Fue un tercer intento. A la tercera, había vencido, como se diría por ahí. Abandonó todo contacto con la realidad y entró a Sword Art Online. -Link Start…- Cerró sus ojos y se mantuvo posado en el sofá, dando inicio al juego, y recibiendo una cálida bienvenida por parte de una infinidad de luces cegadoras. Su nombre de usuario, su contraseña y todo estaba listo. Como pacto final, debía elegir la apariencia de su personaje y su nombre. La apariencia no fue problema. Escogió a tipo alto, de mediana edad, con parche en el ojo y algunos detalles extravagantes. El nombre fue algo más complicado. Finalmente se decidió por Raizel, en honor a su abuelo.

Raizel dentro del juego:

Al entrar, observó su cuerpo. Era exactamente lo que buscaba, excepto por la ropa, la cual era algo sencilla y andrajosa. Se conformaría hasta que consiguiera algo en reemplazo. Se organizó un poco el cabello y aquel parche que le había diseñado al personaje. Sin duda estaba todo listo y perfecto para emprender algún viaje a lo desconocido. Comenzaría por las zonas de mayor frecuencia como herrerías y sastrerías. De paso, conseguiría un arma convencional y la llevaría en cuanto decidiese ir a entrenar. El sistema de combate… Era algo que realmente sería difícil de aprender, pero por el momento, no le prestaría mucha atención.

Pasadas las horas, al fin se había acostumbrado un poco al juego y a su nuevo “cuerpo”. Entendía que su personaje mostraba fortaleza en bastantes aspectos y de eso sacaría un buen provecho en el entrenamiento. A medida que avanzaba a la salida, comenzaba a sentir algo extraño en el aire… ¿Qué era eso realmente? Al llegar a la salida vio a un jugador ser arrastrado por un portal o algo parecido a un destello azul y desapareciendo así, le dejó atónito. Sin buscar explicaciones, siguió caminando, sin embargo, ya era su turno. Al observar su mano, veía como desvanecía, pero no sentía dolor. Unos segundos después, estaba en la plaza principal, en un escenario realmente interesante. Optó por usar un mandoble gótico de dos manos mientras conseguía algo mucho más ligero y llevaba algunas pociones. Todo parecía ir bien y si se trataba de un evento de inauguración, estaría listo para comenzar con su viaje.
La plaza estaba repleta de jugadores. ¿Era algo parecido a un evento global? Al parecer todos los jugadores de Sword Art Online estaban en la plaza y además, nadie le explicaba por qué habían sido tele transportados. Una exclamación le alarmó, sin duda. Le entró mucha curiosidad y decidió abrir el menú del juego, para buscar el botón de desconexión. No estaba. Su preocupación fue ligera. Realmente tenía cierta intriga, hasta que un techo carmesí le bañó del color que tanto le apasionaba. -Fascinante.- Se cruzó de brazos y con un sonrisa pequeña, se mantuvo con la mirada intacta hacia arriba. La mayoría de los jugadores estaban confundidos o asustados. Algunos se podían ver confiados y emocionados. Raizel, simplemente consideraba un momento perfecto para comenzar el verdaderamente el juego.