TRAMA GLOBAL

La tienda apenas había abierto. Lynae era de las primeras en la fila, y sí, le había costado bastante tener uno de esos lugares, como arriesgar su hambre y su sueño, pero al final ella sabía que valdría la pena, después de todo ya casi nada más le importaba. Consiguió lo que quería, Sword Art Online, desde que escuchó sobre él había comenzado a ahorrar dinero y marcar cada día que pasaba en su calendario, teniendo el día de lanzamiento muy bien destacado con color rojo. Con cierta alegría pasó por un lado de la fila, que era tan larga que daba incluso la vuelta. Eanyl sentía pena por ellos, agradecía no estar en su lugar y menos con lo radiante que se estaba poniendo el sol.

Su madre al verla llegar la regañó, no le había avisado a donde iba; en realidad, ni siquiera le avisó que iba a salir, pero a Eanyl no le interesaron sus gritos, los ignoró por completo subiendo con tranquilidad las escaleras que la llevaban al pasillo donde estaba su cuarto y más al fondo, el de su hermano... No era la típica hija rebelde, pero no era la primera vez que salía sin notificarle a alguien, no entendía por que se sorprendía tanto.. a menos que se tratara del tiempo en el que desapareció, que claramente había sido desde muy temprano. Tampoco tenía intenciones de hablar con su madre ni con otra persona en esa casa.. Desde que su ser más preciado se fue, se había mantenido aislada hablando casi solo con el hombre que atendía la tienda de videojuegos. Pero no comprendía el dolor que sentía su madre, sentía que había perdido a sus dos hijos, por que la verdadera Eanyl parecía haberse ido con el alma de Peter.

Se encerró en su habitación y dejó el juego encima de una mesa, junto a la bandeja de su almuerzo que no había tomado la molestia de levantar y llevarlo a donde debía estar. Trás eso se tiraría a su cama de frente, como sí fuera a quedarse profundamente dormida, pero esto duraría por menos de un cuarto de hora y en el momento que se levantaría una mancha húmeda quedaría bajo donde se suponía estar su rostro. Sus ojos rojos (o el único visible), evidenciando que protagonizaron una lluvia de lágrimas y sentimientos. Últimamente era casi todo lo que hacían, ya no emitían pureza ni simpatía acompañados de una grande sonrisa, ahora... solo melancolía la incorporaba.

Se lavó el rostro y fue a sacar su consola, Never Gear, para probar el juego y salir antes de que anocheciera. Tomó el casco y lo desempolvó un poco. Conectó y preparó todo para irse a otra realidad.

Verbalmente sus labios expresaron las palabras que automáticamente habían quedado grabadas en su subconsiente, aún cuando la leída había sido sin mucho interés. "Link start" ..y de pronto una luz la cegó, sintió inexplicablemente como ya era parte del juego.Al principio le pareció muy muerto todo lo que se formaba a su alrededor, no había color. Sin embargo, no saldría del juego por ese motivo, por lo que realmente se había puesto ese casco no era para aburrirse con el login, sino para apreciar los gráficos que se rumoreaban que eran de lo mejor y más que nada, entretenerse con lo que ahora consideraba su veradera vida..
La elección de sus datos, su personaje.. no fue difícil. Excepto por el nombre de su personaje. Había acostumbrado antes elegir "Eanyl" y una serie de números con algún significado en particular, como lo llegó a ser su fecha de cumpleaños, o mínimo el año en que nació. Pero ahora quería un nombre que fuera tan novedoso como el juego. Hubo un momento en el que jugó con las letras de su nombre y finalmente quedó al revés. -Lynae...- Dijo y suspiró, mentalmente. Las cosas que quería olvidar volvieron a su mente en instantes, y con mayor razón se apresuró para comenzar de una vez por todas a jugar.

Su falsa apariencia emergió en conjunto con los excelentes, impresionantes, qué digo... éstos gráficos eran demasiado buenos para llamarlos de cualquier modo.. y más aún, para ser verdad. Pudo sonreír y "agarrando un poco la onda" dio inició a sus movimientos, caminando con tranquilidad y cada vez más acostumbrandose al juego, en un corto tiempo, ya parecía tratarse de la vida real, exceptuando el ambiente medieval y bueno, muchas otras cosas más.

Había probado las habilidades que el juego le proporcionaba en un lugar muy poco concurrido. Le gustó ese juego, pero no tardaría en querer salir, seguramente su madre, que aún con lo distanciadas que estaban, le tenía la cena lista.


Algo ocurrió, en cuanto se dirigió al menú y buscó el botón de deslogueo se dio cuenta de que éste había desaparecido. ¿Qué ocurría? Una falla del sistema quizás, solo esperaba que la resolvieran cuanto antes o.. alguien le retirara el casco, pero dudaba mucho eso por que había cerrado la puerta de su habitación con seguro y sus padres no se extrañaban de que no saliera de ese lugar nunca; no obstante, no planeaba vivir ahí, dejaba en claro.
Seguido de eso, su cuerpo se hallaba extraño. Una sensación molesta comenzaba a apoderarse del mismo, hasta comenzar a desaparecer, función que no recordaba haber solicitado y en un abrir y cerrar de ojos se encontraba nuevamente en el lugar que había estado al inicio. El juego fallaba cada vez más. Que decepciones le traía, y no solo a ella, la otra gente comenzaba a aparecer igual de confundida.

Las situaciones misteriosas no dejaban de ocurrir, pues al mirar el cielo, todo se fue envuelto por un manto tétricamente carmesí, haciendo desaparecer el azul que antes estaba sobre ellos. Tal vez no eran fallas, tal vez era una introducción al juego.. pero que rara resultaba. Podía ser que el creador buscaba ser más innovador e original intentando causar conmoción entre sus clientes ¿no? Pues definitivamente lo estaba logrando, al menos por lo que veía.

Un grito despertó a Lynae de su estado de inercia. Más gritos le continuaban. Las razones no fueron visibles para ellas. De nuevo, otras reacciones de espnto surgieron. No sabía lo que estaba sucediendo hasta que entre murmuros escuchó algo acerca de un tipo que intentó pasar "la barrera" y murió, sin volver a aparecer.. eso último lo creyó una mentira. No se había dado cuenta de que había un límite en el área, en el que todos estaban encerrados, hasta que volvió la mirada al cielo, y ahí se veía una capa cerca de la transparencia. Una silueta aparecía entonces, la de una pequeña niña. Cualquiera hubiese creído que era una especie de ángel que venía a explicarles las cosas del mejor modo. Pero era un bot, o sea, no venía con las propias intenciones de una inocente pequeña, no, estaba programada para traer el mensaje del ideador de todo ésto. Y ese mensaje, no daba esperanza, empeoraba el pavor entre la multitud. Pasó de ser una cálida bienvenida a una infernal amenaza. Tuvo que creer el reciente rumor del usuario desaparecido, muerto. Y todo estaba preparado por un lunático. Pensando que se trataba solo de una muerte por culpa de la obligatoria estancia en el juego, no pudo evitar espantarse cuando se trataba de más de 200 users los que ya habían pasado por lo mismo, en distintas circunstancias y tan pronto. Ahora estaba agradecida de haberse encerrado en su habitación, así sus padres no la hubieran interrumpido y matado.. aunque poco probable era que violaran su privacidad.

El juego se declaró iniciado y con ello, un regalo fue otorgado a cada uno de los users que quedaban. Inmediatamente se dirigió al menú, en busca del mencionado item. Muchos lo hallaron antes que Lynae, y fue por eso que empezó a escuchar que se trataba de un espejo. ¿Un espejo? Lo confirmó en cuanto lo vio y tomó. Cabello corto... movió el parche y se encontró con el cambio de su pigmentación... El reflejo no era el de su personaje, era el de ella misma. ¿Eso era posible? Era suficiente lo que había visto, su cuerpo se fue iluminando e hizo que se transformara en lo que vio antes, dejó caer el espejo con la inesperada sorpresa y el objeto se esparció en cristales antes de llegar al suelo.

Observó a su alrededor, la mayoría era completamente distinto a lo que era su personaje. Unos habían personalizado al mismo para que fuera alto, cuando enrealidad eran unos pequeñines, y peor aún, habían escogido a una fémina siendo hombres. Prefirió mejor ignorar esto, no le incumbía mucho y deslizó su orbe turquesa hasta la pequeña Yui que terminaba por desaparecer del mismo modo que su espejo lo había hecho antes. Algunos tomaron uno de los cristales, que se convertían en objetos, pero Lynae no se acercó.. Espero a que el objeto llegara y lo tomó en sus manos para guardarlo después. Se cuestionaba que iría a hacer ahora.. no veía la oportunidad para llegar al último nivel y ganar éste juego. ¿Se quedaría esperando a que alguien más lo hiciera? Posiblemente. Solo le quedó por retirarse, buscando algún destino o algo que hacer..

No tenía tiempo que perder, de aquel lugar no iba a sacar nada positivio y el tiempo se iba a volver algo demasiado valioso como para, simplemente, desperdiciarlo viendo algún duelo o esperando las reacciones de los Player allí presentes. Entonces se le formuló una opción: podía abandonar el lugar aprovechando el caos general y marchar a algunas zonas de leveo desconocidas por los nuevos para así ganar en nivel y experiencia sin tener que esperar a un masivo respawn de los monstruos de aquel piso a causa del farmeo que se produciría en breves...

No, aquella opción no era la correcta. Doppelgänger era, ante todo, un soldado, un militar y, en aquel juego, un Tank. Su vida había sido jurada a la defensa de los civiles y, sin duda alguna, todos los allí presentes o, al menos la gran mayoría, entraban dentro de aquel grupo. Muchos eran simples niños que se habían colado en el mundo virtual, no podía simplemente abandonarlos a su suerte. Tenía otras formas de subir con velocidad sin necesidad de adelantarse al resto y dejarlos abandonados, al menos por el momento.

Entonces observó como unos extraños objetos comenzaron a caer del cielo. Aquel juego era demasiado peculiar. Un breve suspiro escapó de sus labios antes de extender su brazo tomando entre sus dedos un item que no había atinado a ver a la hora de atrapar. Tras aquello, simplemente, abandonó la plaza.