TRAMA GLOBAL

-Pero, qué sucedería a- en aquel bar sus palabras se cortaron fugazmente luego de que, espontáneamente y de manera sorpresiva, ¡FLUMB!, había desaparecido totalmente de escena y, es más, había sido el primero de los tres players allí presentes que había desaparecido espontáneamente y, luego de un intenso resplandor que no le dejaba observar del otro lado -¿?- cuando el mismo cesó y lo dejaba observar del otro lado notó automáticamente donde se encontraban -¿Eh? ¿Me he teletransportado a la Plaza de los Inicios devuelta?- comentó el pelimarrón que aún tenía, en su mano derecha, la botellita vacía de la pócima anteriormente bebida, la cual no dudó aproximar frente a sus ojos para observarla -...Será éste el efecto de la pócima? ¿Un respawn en otro lado o algo así?- se preguntaba a si mismo para que, al elevar la mirada -¡! ¡Oye, está todo el mundo aquí!- exclamó con total sorpresa y una expresión que provocó que, un acto espontáneo, soltase aquella botellita vacía y generando un casual ¡CLING! del vidrio, brillase y estallase, volviéndose cada vez más pequeña en aquella animación hasta el punto de mezclarse con el mismo aire.

-¿Pero qué es todo ésto? Tal vez...- comentaba para si mismo, mientras miraba a todos lados, observando la gran multitud y casi los pocos centímetros de separación que había entre unos y otros ya que, claramente, estaban todos presentes -...Todos tomaron la pócima esa, pero sería demasiada coincidencia...- proseguía comentando mientras observaba por doquier, incluso, buscando aquellos cabellos rubios por algún lado, Meishi debía encontrarse por ahí muy probablemente y, tal vez, ella tenga más idea -Y dónde estará Mei y el tío de antes...- dijo casi en un suspiro, incluso se lo podía notar ligeramente preocupado al ser una niña diminuta y fácilmente pisable, pero tal vez ella se teletransportase cerca de él gracias a que convservaban una distancia mínima uno del otro en aquella taberna -Qué demonios estará sucediendo...-.

Luego de haberme maravillado por completo con las gráficas y la mecánica del motor de juego, empece a disfrutar la suave brisa que corría, era increíble la capacidad de este juego para hacerte sentir.

Estaba en las afueras de la ciudad de los inicios cuando por alguna razón fui transportado hacia la plaza inicial, en donde había una gran masa de jugadores, todos murmurando sobre distintas cosas, algunos hablaban sobre un mantenimiento otros sobre planes para nosotros e incluso llegue a escuchar algo sobre eventos. A mi parecer no era mas que un evento y uno de esos aterradores, mirando hacia el cielo pude notarlo todo rojo cosa a la que había hecho caso omiso, había una especie de barrera y veía como la gente que trataba de salir del domo casi transparente era golpeada y rechazada por la casi invisible pared.

Desplegué el menú para desconectarme, comería algo y volvería a entrar pero para asombro mio no había función de desconectarse - Bah, si esos tarados estaban en lo cierto, ya lo van a arreglar - dije refiriéndome a los jugadores que hablaban sobre el mantenimiento. Si era cierto no había forma de salir del juego, así que me senté y espere a que dieran el comunicado sobre el error.

Mei miró la pequeña botellita y la dejó caer al suelo, sin llegar a escuchar el sonido del cristal rompiéndose contra el suelo porque su cuerpo había comenzado a desaparecer. Extendió su mano, sintiendo cómo todo le daba vueltas mientras se desintegraba en pequeñas partículas de cristal. Parecía como si toda ella estuviera compuesta de muchos trocitos de ese frágil cristal y se esparciera por todas partes. No consiguió alcanzar a aquel chico que acababa de aparecer. Era Kai, sin duda alguna. Al estar junto a Ezio en la taberna (o a pocos metros de él), apareció ahora en la plaza donde lo había conocido y donde había dado aquella patada a un tío pesado que la había estado acosando. Algo mareada, intentó ponerse en pie, confusa por los acontecimientos recientes. ¿Aquel que había gritado su nombre había sido Kai? Sí, sí, estaba en lo cierto. Sólo él podría haber sido...porque nadie más aparte de Ezio la conocía dentro de SAO. ¿Pero qué demonios estaba pasando con él y qué quería? ¡Bastante había tenido con ser ignorada por él los años pasados! No soportaría volver a verlo...ni en forma de avatar ni en la realidad.

Movió la cabeza rápidamente a un lado y a otro para aclararse las ideas y pensar con mayor claridad. Después, irguiéndose completamente y siendo empujada por algunos players que aparecían y no se daban cuenta de que estaba allí, buscó a Ezio con la mirada, andando de puntillas para conseguir visualizarlo entre tantos players. Al fin, consiguió distinguir una barra de HP entre los nombres de muchos de los usuarios que jugaban a SAO. Corrió hacia allí rápidamente, sintiendo las coletas del cabello de su avatar golpeando sus piernas (el cabello de su avatar era más largo que el de ella misma). - ¡E-ezio! - Exclamó, resollando a causa de la carrera que había tenido que hacer, esquivando a tanta gente para llegar hasta él. Decidió por ahora no tratar con su nuevo compañero el tema de Kai...precisamente porque no era momento para ello. Tenía otra preocupación mayor: la razón de la teletransportación y la razón de que hubiera tanta gente allí.- ¿Qué está pas-...? - Aprisionó la tela de la manga de su compañero con una de sus manitas, pero al mirar hacia arriba para que él la hiciera caso, descubrió el cielo de color rojo...y que momentos antes había sido de un color azulado muy claro, salpicado de nubes aquí y allá. Mei pensó que tal vez las noches en SAO serían de color rojo (con el único fin de otorgarle al juego o al mundo de Aincrad un ambiente mucho más fantástico), que era un bug o que habían sido proclamados todos los players para una presentación o un evento de los gordos. La más factible era la última. ¿Quién habría sido capaz de reunirlos allí a todos si no se trataba de un GM o de algún moderador? - ¿Sabes si es algun tipo de evento? - Le preguntó a Ezio, dando pequeños saltitos para mirar sobre la multitud de players que se agolpaban allí, queriendo saber si había alguien en el medio de tanto bullicio y que fuera el responsable del mismo.

La plaza seguía inundada de murmullos y mas de uno trataba de romper el domo que nos mantenía ahí con su espada, inútilmente. De repente los hexágonos rojos de advertencia llenaron el cielo y comenzó a escurrir sangre de ellos, formando así el cuerpo de una pequeña niña con ropas blancas y cabellos oscuros.

Cuando comenzó a hablar mas de un grito se escucho en contra de la pequeña que se había presentado como Yui, al terminar su breve discurso todo lo que fue dicho se proceso en mi cabeza dejándome pálido e incluso con miedo, había entrado aquí solo por diversión y lo mas difícil de conseguir en el juego, irónicamente, seria eso.

Solamente podía empezar un negocio para subsistir en este mundo o tal vez podía crear algún grupo para finalizar el juego lo mas rápido posible pero seria asumir muchos riesgos...

Solo tenia que esperar a ver a quien tomaba la iniciativa...

La teletransportación forzada me sacó de mi frecuencia normal, pero aquel cielo rojo me hizo sentir completamente fuera de lugar. ¿Qué estaba pasando? ¿Era un evento? ¿Un anuncio? Si era un anuncio aquello no tenía gracia... y más porque todo lucía aterrador, lucía como una película de terror, un videojuego gore o cualquier cosa de esas.

Entonces el cielo comenzó a gotear... Gotear un líquido rojo que formó a una joven... ¿Pero qué...? Anunció que teníamos que vencer al Jefe del Piso 100 si queríamos salir, pero algo más aterrador... Si moríamos aquí moriríamos en el mundo real.

— ¿Cómo es posible morir en un juego?— exclamé con voz ahogada, llevé mis manos a la cabeza. No, aquella niña tenía que estar bromeando. Debía ser una mala broma de los Amos del Juego.

Desplegué mi menú y no pude ver el botón de desconexión. ¿Había estado alguna vez ahí? Ahora que lo pensaba no lo recordaba. Corrí hacia el borde de la plaza... Acababa de ver a un jugador deshacerse en datos... Me detuve a escasos centímetros... La miré fijamente, y entonces la multitud comenzó a moverse y fui empujada hacia la barrera.

El miembro 'Yui-MHCP001' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

'D8' : 1

Un ligero agarre le saco de sus pensamientos por completo. Era el chico con el cual había hecho Party, aparentemente era verdad que todos habían sido tele transportados.

Se escuchaban murmullos por todas partes, seguramente todos se habían dado cuenta ya de la falta del botón de desconexión. Pero uno de esos murmullos le fue más que audible, ya que provino del jugador a su lado.

¿Tú también… tú también eres estuviste en el Beta? –Pregunto ella ligeramente sorprendida, aunque en un tono bajo. No creía conveniente gritar a los cuatro vientos esa información. –

No separo sus manos. No tenia la intención de hacerlo y la verdad, presentía que en cualquier momento todos iban amotinarse a su alrededor. Los jugadores inconformes e impulsivos nunca faltaban.

Y su presentimiento no erró.

Fueron empujados lentamente por la muchedumbre, pero no se separaron gracias al aguante de sus manos. Él le miró y después balbuceó una ligera recriminación, con un puchero infantil; se presento como Kage, y en efecto, esto era confirmado por la segunda barra que ahora aparecía en su campo de visión por obra y gracia del estado de Party que compartían.

Culpo a la tele transportación por eso. –Balbuceo ella atropelladamente al darse cuenta de que, en efecto, el tenia razón: ella no se había presentado en ningún momento. – pero puedo enmendarlo. Soy… Kurae. Es un placer formar una Party con un amante de los dulces.

Ella por un segundo planeo decir: “Mi nombre es Karen.” Pero afortunadamente recordó que no podía estar dando su nombre a la ligera, aunque la verdad no le importaba dar su nombre verdadero, pero sabía de antemano que había jugadores que no mezclaban los asuntos de un juego con el mundo real. Ella era un ejemplo, técnicamente, ya que su apariencia definitivamente era lo contrario a la que había elegido, ¡pero ella definitivamente no se quería un avatar que fuera similar a su cuerpo! Seria tan… incomodo.

El cielo repentinamente se lleno de advertencias. Confusos, algunos jugadores parecía estar poco a poco entrando en pánico.

Kurae mantuvo la calma, pero no podía decir que eso hiciera la escena menos extraña. Esto definitivamente no podía ser una bienvenida normal.

Una pequeña pero hermosa figura menuda apareció en el cielo. Era una niña de largo cabello azabache y piel blanquísima, era notable su belleza, belleza artificial por supuesto. En SAO no se podía volar por lo que era evidente que la niña era A: un GM. B: Administrador. O, C: Un programa u NPC especial.

A todos les dio la bienvenida y se presento a si misma como Yui, Programa de Terapia de Salud Mental. Entonces, la opción ganadora había sido la C.

Pero… ¿Programa de Terapia?, ¿Tal cosa existía?, ¿Por qué y con que fines? Eso no era normal.

Entonces, ella anunció con su suave voz que la falta del botón de desconexión no era parte de un error en el sistema. Entonces, eso solo le hacia dar por sentado de que esto era completamente intencional. Continuó su discurso con ritmo pausado:

“SAO tiene la característica de que una vez dentro del juego la única manera de salir es vencer al último Jefe, el cual se encuentra en el Piso 100 del Aincrad. –La pequeña cerró los ojos un momento, mientras decía: – Pero... si mueren aquí... morirán también en la vida real.”

Kurae recordó al otro jugador que poco antes intentó aunque sea hacer un pequeño daño a la invisible barrera con su espada básica, pero fue repelido al igual que otro y su barra bajó hasta rojo; después se deshizo en una nube de datos. Así, sin más.

Su avatar no volvió a aparecer.

Se suponía que este era el punto de inicio en el piso uno, por lo que al morir inevitablemente se retornaría a este lugar, pero esto no había pasado.

La niña estaba hablando en serio.

Escucho a un jugador gritar. La niña dijo su nombre, incluso. Per ella realmente no le prestaba la debida atención.

Kurae tan solo pensaba, lentamente, procesando con debida calma el hecho de que ella inevitablemente estaba atrapada. Su cuerpo estaba en cama justo en ese instante, y su abuelo probablemente ya estuviese dormido, él se enteraría de esto mañana por la mañana.

Esto seria un escándalo a nivel mundial.

Físicamente ella no podía moverse en el mundo real, estaba incapacitada debido al estado de inmersión en el que se encontraba. Pero, tampoco es como si quisiese que el casco le fuese removido.

Si lo que la niña decía era verdadero, entonces el que les quitasen los casos era igualmente peligroso. Kayaba Akihiko era el tipo de persona que planeaba minuciosamente un escenario, y como todo especialista en su campo, él no dejaría que sus juguetes se escaparan fácilmente de ese juego. Ese es el tipo de persona que vio en él cuando se reunieron.

Y en efecto, ellos habían pasado a ser el entretenimiento del creador. ¿Con qué otro propósito los encerrarían? Era absurdo hacer una broma de tal magnitud cuando bien podrían demandar a Kayaba por esto, cerrar ARGUS, y demás cosas.

Si el fuese el tipo de persona a quien estas cosas le importan, entonces esto jamás pasaría.

Eso dejaba claro que su razonamiento era mas o menos el correcto.

Entonces… solo queda luchar, y sobrevivir. –Dijo llanamente. –

Aunque en su interior, ella gritaba maldiciones en contra de Kayaba Akihiko. Pero definitivamente no iba a quebrarse.

No otra vez.

Tan solo faltaba el veredicto de la niña, porque esta introducción retorcida no acabaría… no antes de que la mayoría de los jugadores entraran en una histeria absoluta.

Lyud no podía creer el espectáculo que estaba viendo, es decir... ¿que pasaría ahora?.
Si el botón de desconexion desaparece ¿no seria problemático para las personas que estén dentro? e incluso las que están afuera...
Lyud pensaba lo mas calmadamente posible, sin embargo mientras pensaba un jugador sufrió daños al parecer por interrumpir al gran admin del juego.

Lo mejor seria no hacer eso, sin embargo Lyud aun tenia miles preguntas dando vuelta por su cabeza. Quería hablarle al admin, pero no se atrevía; pero porque ¿no hacerlo?, es decir lo peor que podría suceder es que lo castigaran y solo le quitarían unos pocos puntos de vida... aunque ahora realmente los sentía como puntos de VIDA.

-eh... admin...-
balbuceo de manera muy nerviosa y despacio.

Inhalo profundamente.

-EH!, admin!...- (callo por un instante) -¿Pero que sucederá con mi familia? ¿no tendré contacto con ellos?-
Grito, aparentemente el admin debería haberlo escuchado

La novena al observar el cielo ya rojo por completo nota que se empieza a dividir en hexágonos algo que le pareció muy extraño,y se dijo así misma: ¿que esta pasando?.
Al instante en que la novena dijo esto empezó a salir un fluido rojo del cielo,para después tomar la forma de una niña,la novena escucho que la niña dijo ser la game master y esto la impacto un poco e hizo que se preguntara así misma porque una game master habría entrado de tal manera tan preocupante,pero no hubo tiempo para la indagación,ya que la game master dijo varias cosas a las cuales no les presto mucha atención como era costumbre de ella pero hubo unas palabras que quedaron grabadas en su cabeza:"si mueren aquí mueren en la vida real" .
Aquellas palabras, parecían confirmar los temores de la novena sobre que no era u problema cualquiera,ahora esto se había puesto serio y tras un momento de meditarlo la novena decidió que su misión principal de reclutar gente acababa de pasar a segundo plano ahora su misión principal es llegar al ultimo nivel y ganar el respeto de todos.
Después de pensar sobre esto oye que el GM menciona a un usuario, la novena se fija para ver quien es y se da cuenta de que es el usuario que ella vio y choco en la taberna, su nombre según lo que dijo el GM es xerxes Break ,la novena se dice:"bueno no todo fue malo hoy,pude recopilar información acerca de ese usuario".
Aunque pareciera raro,la información que le acaban de dar a la novena no la impacto y aterrorizo sino que le puso su gran sonrisa maníaca en todo su rostro, ya que se dio cuenta que si esto era verdad podría matar miles de personas dentro del juego y no podría ser incriminada por la policía en la vida real y de esta manera podría no persuadir a la gente , porque esto no se le daba muy bien,ahora podía amenazarlos o hasta matarlos algo que se le daba mucho mejor.
Luego de todo esto la novena decide esperar el siguiente paso de el GM y xerxes break,para saber como actuar.Seguido a esto le grito a el GM:
-oye tu niña,espero que estés preparada para dejarme salir porque allá voy espérame en el piso 100 y espero que cumplas lo que acabas de decir

** El espadachin observaba la situacion, todo este ambiente era bastante bizarro y lleno de situaciones particulares y unicas, para nada propias de un juego de realidad virtual como los que ellos estaban acostumbrados. Se observaba panico, temor, gente que se abrazaba como buscando refugio en brazos agenos, person as que querian uir, valientes y hasta rostros con una pisca de locura. Y por encima de todos ellos se encontraba la figura de la hermosa y tierna niña, que era como el analista, observador y a la vez guardian de tantas almas que poco a poco comenzaban a mostrarse como verdaderamente eran.

Los ojos de Light se llenaban de sorpresa, aun manteniendo una suave sonrisa ante las palabras de la niña de oscuros cabellos y su declaracion de muerte. Esto era lo que le faltaba aquella realidad para ser absoluta... la muerte. Cerro sus ojos un instante, recordo las muchas veces que habia deseado vivir en alguno de los muchos mundos que habia experimentando mediante los juegos en el pasado, y no estaba seguro de cual seria la escensia que les permitiria verlo asi... pero ante aquella presion y viendo la reaccion de todo el mundo comprendio que lo que transformaria a ese juego en una realidad era la existencia de la muerte como parte del ciclo.

~~ Ya lo entiendo... ~~

Dijo con voz suave, inaudible entre todo la charla que habia generado ese comentario. Finalmente en su pensamiento aparecio la imagen de el creador de aquel mundo, a quien habia conocido hacia ya mucho tiempo... ¿Estaria pensando estos detalles desde tiempo atras?, ¿Sus padres sabrian al respecto?... tendria tiempo para averiguar eso... de momento lo que sabia era que estaba encerrado en aquel lugar y aun que la solucion fuera quitarle el Nerve Gear sabia que eso no pasaria en un tiempo algo largo.

~~ Si ese aparato trabaja con nuestro cerebro... entonces quizas esto no es imposible ~~

Volvio a hablar para el mismo y finalmente abrio sus ojos, camino y elevo su mano en la altura haciendose notar. Tratandose su avatar de una persona bastante corpulenta y alta se hiso notar con facilidad mientras que observo a la niña autonominada YUI. Entonces su voz se hiso notar con bastante fuerza.

~~ ¡¡Algo tan facil como desconectarse o forzar un reinicio del Nerve Gear no funcionara verdad... ese aparato trabaja directamente con nuestro cerebro, vaya a saber que basura hisieron con nosotros! ~~

Gruño un poco y observo fijamente a la chica mientras que suspiro y continuo con lo que iba a decir. Su postura era firme y nada en sus pulsaciones o pensamientos demostraba ningun tipo de nervios, sino mas bien seriedad y un poco de curiosidad al respecto.

~~ ¡¿Cual es el objetivo de todo esto?! ¡¿Cuales son las reglas que daran nuestras posibilidades de sobrevivir?! creo que como conejillos de indias al menos merecemos saber estas cosas y algunas mas... ¿Verdad? ~~

Recordo al creador del juego por un instante, parecia estar muy interesado en la justesa de cada riesgo, habia jugado la beta anteriormente y sabia que habia un balanze perfecto en este juego entre los riesgos y los premios o las posibilidades y aun tenia una creensia de que esto continuaria. **

Su semblante continuaba intangible mostrando en parte la tranquilidad y autocontrol que gobernaban a su cuerpo pero más que nada esa extraña fortaleza que hacía parecer como si fuera más experimentado de lo que en verdad era, sin duda tenía más conocimientos que la mayoría al ser un beta-tester pero su manera de comportarse parecía llegar aun más haya de eso puesto que ni la nueva presentación parecía afectarlo como a una persona normal. Ciertamente esta solo era una faceta exterior pues en sus adentros las dudas carcomían cada entraña de su mente al punto de convertirlo en una batalla interna por la necesidad de mantener la calma en tan extraña situación.

De la nada un grito y el metálico chirrido de una espada siendo expulsada por la barrera "invisible" que les mantenía atados a la plaza del inicio obligó al pelirrojo a desviarse de sus pensamientos para echar ojo a la situación. Con sorpresa pudo ver como un sujeto había sido presa del temor y la desesperación y en una prueba de inexperiencia había decidido atacar aquello que los aprisionaba. Para su infortunio el resultado era perder una de sus vidas, aunque la cosa no podía ser tan mala, ya que de todos modos tendría que ser materializado nuevamente ahí. Así pasaron unos segundos antes de que las cejas de Xandros se endurecieran solas al notar el temible resultado de tal acto. No había ninguna luz que indicara el renacimiento de tal jugador ¿Había sido expulsado del juego?. Sus enormes brazos pasaron a cruzarse con más fuerza denotando la tremenda musculatura de su avatar en un gesto de molestia e inconformidad al tiempo que la atención de todos los presentes era dirigida al cielo.

En una aparición divina, o demoníaca dado el caso, se había hecho presente de manera claramente superior la figura de una pequeña chica de vestido blanco y silueta inocente. Los ojos del barbarico guerrero se abrieron al darse cuenta que aquella aparición no era nada más ni nada menos que la chica que tanto él como su colega habían visto hace unos instantes en las calles de la ciudad del inicio. Aparentemente no se habían equivocado al pensar que tenía que ver con la trama del juego sin embargo el hecho de que se apareciera tan al inicio y que solo ciertos jugadores la notaran hacía que más dudas rodearan su existencia. Pero nada había logrado asestar un golpe tan certero y tan masivo al corazón de Xandros como las palabras de tan "inofensivo" ser.

"Ese sujeto que no regresó... esta muerto..." Mentó en sus adentros bajando por instantes la mirada en una expresión de desosiego total. Las delicadas pero viperinas palabras de la fémina habían logrado desmoronar el muro mental que el joven se había formado con su experimentada personalidad y habían logrado que su ser titubeara en sus adentros presa del temor y la confusión. Él había conocido a los creadores, sabía que tenían una capacidad intelectual tan superior como para crear aquel mundo, como para crear el NerveGear y por ende sabía que fatalmente podían conectar ambos con la mente de una persona. Aquella amenaza tan sacada de historias de ficción y películas futuristas tenía todas las probabilidades de ser real. Pero, ¿Qué podría motivar a la gente para hacer algo tan atroz con los de su misma especie?. ¿Acaso intentaban atraer a las masas con una prueba más realista?... bien las grandes cadenas se habían hecho lentamente fanáticas de los programas denominados "reality show" debido a la honestidad de una persona interpretando sus verdaderos sentimientos, enfrentando el temor y las decisiones difíciles, sería entonces esa una opción para aumentar la atención del juego o más bien solo querían asegurarse de una interfaz capaz de superar a la realidad. Las posibilidades eran infinitas y las razones por más estúpidas todas ellas cuando se metía el factor "avance científico" combinado con la "capacidad adquisitiva" entonces la ecuación simplemente se convertía en un hecho casi predecible. Si había gente que era usada para probar armas, cosméticos dañinos y medicinas con efectos mortales... esperar algo así de una compañía que se ha marcado como la número uno en el mundo no era realmente tan disparatado.

Pero nuevamente, algo lo tenía que sacar de sus pensamientos, algo tenía que llamar su atención. En este caso un grito desquebrajado de un sujeto perdido entre la multitud que no solo había terminado de romper el dañado cristal emocional en que todos los usuarios se encontraban sino que había logrado llamar la atención de la chica que en un acto de terrorismo psicológico se había hecho notar como omnisciente al mencionar de la nada el nick de tal usuario. ¿Los quería asustar más de lo que ya estaban? Dios, los gritos y los empujones, las lágrimas y la cantidad de mentes rotas por la noticia y por las reacciones de sus continuos lentamente devastaban a la multitud. A ese paso para cuando el juego diera inicio como mínimo la mitad de los presentes habría perdido la esperanza, habría cedido al terror cuando lo que realmente necesitaban era unirse. Finalmente todos los que estaban ahí presentes tenían un objetivo que alcanzar, y con tantos usuarios tan diversos, entre ellos varios beta-testers, la posibilidad de llegar al nivel 100 no estaba tan lejana.

Un joven alzó su mano mostrando un espíritu superior y una fuerza que simplemente sorprendió a Xandros, enseguida realizó algunas cuestiones que resultaban de gran importancia. Sin duda ese hombre tenía las bolas para mantenerse fijo en la menta, pero también se notaba que era un lobo solitario.

- HEY!! - Gritó de la nada, logrando armar su muro nuevamente, ganando la compostura y ese ardiente espíritu que había ganado el respeto de muchos jovenes delincuentes, mostrando porque era un hombre tan temido en los barrios de su hogar y al mismo tiempo porque tenía esa capacidad natural para guiar a otros - ¿Qué es lo que tanto esperas para terminar de explicar la situación?... ¿Quieres que todos nos desmoronemos y perdamos el juego sin haberlo empezado siquiera? - Seguía preguntando con una voz fuerte, un tono que sin lugar a dudas carecía de miedo y de respeto, un tono que mostraba la firmeza de una persona que parecía hablarle a la chica como su igual - Si creen que porque nuestras vidas corren riesgo no vamos a superar esto, están muy equivocados. Esto fue creado por hombres y por ende hombres pueden vencerlo - Vocablos espetados cual declaración de guerra hacia aquella chica y todo el sistema que representaba. En su mente la imagen de su hermana menor con la que tenía que regresar hacía que su espíritu fuese más fiero, rugiera con el fervor de un león.

- Si, me explicaron el diseño del NerveGear...- Sus palabras estaban ahora dirigidas a los demás jugadores, intentando contrarrestar el discurso de la pequeña, gracias a su privilegio de ser Beta tenía conocimiento sobre algunos apartados del juego y su sistema y a diferencia de muchos otros estaba más que dispuesto a compartirlo con tal de hacer lo correcto - Nos conecta mentalmente a este mundo, y como señal eléctrica que todo esto es... puede ser interrumpida e incluso apagada - Bien sus calificaciones en la escuela no lo demostraban, pero era un chico bastante competente cuando algo le interesaba, y la seguridad de su hermana que quería probar dicho aparato sin duda encabezaba esa categoría - Pero si nos quisieran muertos así sin nada, ya lo estaríamos. Esta niña estaba paseándose mientras probábamos el juego... nosotros la vimos - Mientras decía eso hizo un gesto para señalar al chico pelinegro, Neth, cuyo nombre aun desconocía pero que se encontraba a un lado suyo - Seguramente sabe nuestra información a pie de letra pues esta en el sistema, pero sin duda no sabe como reaccionamos, yo creo que quieren ver si somos capaces de ganarle a su jueguito. Y estoy seguro que ceder al miedo no es el mejor modo de iniciar - Finalmente se volteó hacia la pequeña para encararla una vez más, desmontando su mirada más ruda que aunque bien no tenía el mismo golpe que con su rostro real, con aquel avatar que le asemejaba a un conquistador de historia antigua sin duda tenía una marca muy personal de lo que en verdad significaba, lo mismo que un animal que muestra sus dientes ante quien lo tiene apresado.

-¡Hey! ¡Ahí estás!- exclamó Ezio al sentir aquella voz aniñada y campaneante provenir de no muy lejos de él, volteándose para notar a su compañera de party que, pese a ser enana, su nombre y HP resaltaban y figuraban mucho mejor que el de todos los demás allí presentes, tuvo que bajar bastante la cabeza para encontrarse con los ojos de ella, preocupados al igual que el presentimiento que el muchacho de barba tenía -No lo entiendo...- volteó para observar todo a su alrededor, quitando la vista de la niña aunque escuchando ligeramente sus palabras -Pues no lo sé...pero juro que tengo un muy mal presentimiento.- comentó con una expresión de clara preocupación, desviándose ahora hacia el cielo celeste -...Y cuando yo tengo malos presentimientos, pasan cosas malas.- y luego de sus palabras, un extraño ruido de escuchó -¡!- el mismo que, luego de él, se pudiera presenciar el gran cielo virtual blandirse en su totalidad de exagonales figuras rojizas que llamaban mucho la atención -¡Mira Mira, el cielo Meishi!- Exclamó como un niño pequeño sorprendido, señalando directamente hacia el mismo con total confusión -¿Qué carajo sucede...?- pensó fugazmente para que, luego de que el mismo se completara en aquellas figuras que parecían un panal unido entre si, del mismo, comenzase a chorrear una extraña sustancia -¡!- tan viscosa y roja como sangre coagulada que se derramaba pero quedaba estática en el aire, comenzando a darle forma a algo tan débil y frágil como una radiante y bella niña de cabello largo y con flequillo recto -...Y esa es?- se preguntó el joven de banda naranja casi entre susurros, pero que seguramente la rubiecita sería capaz de escucharle.

Gracias a dios y la virgen santísima, tanto Ezio como Meishi eran los que estaban casi en el eje central de la muchachita y casi nadie tenían delante, por lo que ella no se vería interferida en su ángulo de visión ni nada por el estilo y, es más, el joven barbudo no tendría a nadie adelante:

"— Hola a todos, bienvenidos a Sword Art Online, Mi nombre es Yui, Programa de Terapia de Salud Mental. De seguro ya habrán notado que no existe botón de desconexión. Desgraciadamente... esto no es un error del juego—"

Ante esas palabras, rápidamente, Ezio recordó como su compañera de party había hecho para abrir el menú, subiendo y bajando la mano de arriba a abajo, tocando los botones de salida se dio cuenta que...-¡! ¡HEY! ¡Solo está la puertita!- Exclamó con total sorpresa y confusión mirando hacia aquel ícono...mientras que, obviamente, su rabia y confusión comenzaba a incrimentarse, para observar casi de reojo (Levantando tan solo los ojos y no tanto la cabeza) a la niñita de flequillo recto, aunque...el muchacho de extenso cabello color chocolate no dudó en seguir tocando otros botones de opciones, parecía tener otra opción entre manos hasta que, finalmente, desapareció:

— SAO tiene la característica de que una vez dentro del juego la única manera de salir es vencer al último Jefe, el cual se encuentra en el Piso 100 del Aincrad, pero... si mueren aquí... morirán también en la vida real.—

Fueron las palabras finales de aquella niña que, atento a ello, el corazón del joven muchacho de banda naranja dio un intenso vuelco -¡! ¡¿QUÉ?!- exclamó completamente petrificado, ahora sí estaba confundido y bastante apoltronado, algo desesperado incluso, ¿Cómo que iba a morir en la vida real? ¿Acaso estaban locos los creadores del juego? -¡Dime que estás de broma!- Exclamó Ezio alzando su puño cerrado delante de su rostro, frunciendo el ceño y apretando los dientes algo cavernicolamente, reaccionando más que nada por el instinto que allí le ameritaba -¡Di que es un chiste, dilo!- dijo en un alarido casi desesperado, ahora si...furibundo, con el corazón ardiendo, incluso sentía como si latiera a una velocidad mucho más que la posible...¿Aquella poción, tal vez? ¿"Tomar su vida demasiado rápido"? Aquella metáfora...-¡TE ESTOY HABLANDO EN SERIO!- le gritó ahora, queriendo inferiorizarla aunque observándola en total paz, imperturbable -¡Listo, ya estuvo!- terminó de decir, aquel instante había aprovechado para sacar de su inventario aquella espada que venía por defecto (Y en la guía lo decía) de madera, básica y que todos los usuarios tenían de nivel 1. La distancia que le separaba con ella era no demasiada, pero era distancia clara y concisa. Por suerte no había nadie delante de él como desde que había respawneado en la plaza, así que a la máxima velocidad que pudo salió disparadísimo hacia ella con una rabia incontrolable, enceguecido un poco y con actitud bastante osada...de pelear mano a mano contra un admin, que sería el equivalente de "Jugar contra el creador del ajedrez" -¡Si soy capaz de darte no serás algo inderrotable!- exclamó sosteniendo su espada con la mano izquierda y, tomando carrera, dio un ligero salto de impulso para abalanzarse hacia ella a toda prisa, su espada no tenía nada en especial ni ningún efecto...era un golpe tan corriente como cualquiera e, incluso, no sería capaz de provocar demasiado daño...además de pelear contra un administrador, claro está. No dudó en probar suerte, sin duda alguna, intentando asestarle un golpe.

OFF:

El miembro 'Ezio' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

#1 'D20' : 12

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#2 'D8' : 3

Todo el cielo se tornó rojo. Rojo advertencia. El rojo no era un color de buenas noticias, por lo que entrecerré mis ojos y dí dos pasos atrás para quedarme petrificado, mirando el espectáculo. A mi lado se encontraba Agnon y a mi otro lado había surgido otro personaje que me era conocido, pero no tuve tiempo de reconocerle y hablar con él. La gente se conmocionaba, gritando algunos, golpeando la barrera invisible otros (y dañandose en el proceso). Pero lo peor de todo estaba por venir.

Repentinamente, un líquido color sangre comenzó a deslizarse por las rendijas de los carteles de advertencia, y una niña de no más de diez años surgió entre el mismo. Nos miró a todos y comenzó a hablar. Decía ser Yui, un Programa de Terapia de Salud Mental y estaba allí para darnos la noticia que nos cambiaría la vida de aquí a varios meses en nuestro futuro. SAO no era un juego normal. Era un juego de la muerte. Si moríamos en el juego, moríamos en la vida real. No podíamos desloguearnos, pues no había botón para hacerlo, y la única forma de escapar era que termináramos el juego venciendo al jefe del piso 100 de Aincrad.

Escuché todo ésto atónito, sin creermelo de verdad. Era una broma, los admines estaban aburridos y decidieron jugarnos una mala pasada.... Ingenuo... Ingenuo de mí. Miré a todos lados viendo rostros preocupados, otros desesperados, desolados. No atiné a mirar a mi compañero, mis ojos sobre la niña, la cual estaba inexpresiva.

No era una broma... era real. Muy real. Lo sabía por la mirada de Yui y porque algo muy dentro mío así lo decía. Algo que se había quebrado. Miré para abajo, a mis pies, intentando procesar la situación. Mi cerebro trabajando en fórmulas y factores. Mis pupilas dilataads por el miedo, pero nadie podía ver mi rostro, tapado por mi pelo. Algo muy malo se había despertado dentro mío. Algo que dormía muy dentro de la conciencia humana: el instinto de supervivencia. Apreté uno de mis puños con fuerza, en representación a los sentimientos encontrados que se arremolinaban en mi cabeza. Levanté la mirada con un cambio radical de actitud.

Mis ojos eran fríos como el acero, y mi rostro salvaje como el peor depredador. No moriría en un juego... menos en uno que conocía y había experimentado con anterioridad. Mordí mis muelas y moví mis mandíbulas a un costado en un gesto nervioso, esperando que pasaría después.

Jamás había visto algo mas maravilloso, un programa perfecto, el producto de una ecuación magnifica...y sin embargo la sensación de estar atascado, todo era tan real que se convertía en una mentira, los paisajes sacados de historias de héroes y monstruos, la ciudad del inicio y hasta los mismos jugadores, todo era en realidad un acto, una parodia.

No era como si importara, todos los juegos siempre han sido así, ademas era indudable que este en particular no tenia igual. Regresando a la ciudad, tras largas horas de exploración virtual, las baldosas a mis pies brillaban con un reflejo muy real, en la distancia podía observar los destellos de un sol extremadamente realista, los pastos se mecían con una brisa que no era terrestre pero que se me antojaba mas brisa que la real. Pensé, cambiando por un segundo esa expresión malhumorada que me había acompañado en el mundo terrenal y ahora me acompañaba en el virtual por una sonrisa sarcástica, que este lugar seria un perfecto sustituto del mundo real.

Reí mi propia ocurrencia y entre en la ciudad, evadiendo los grupos de jugadores que pretendían ser los guerreros que habían leído en sus novelas favoritas o que habían usado en otros juegos que, sin embargo no superaban las ventajas del Nerv Gear, siempre por mi cuenta, solo, también, en un universo virtual.

Me encontré, entonces en la plaza principal, observando ceñudo y de brazos cruzados el panorama, considere que ya era suficiente, "invoqué", por así decirlo, el menú de inicio y me dispuse a desconectarme y regresar a mis estudios de ingeniería electrónica, luego me prepararía una comida ligera y mis compañeros de cuarto y yo podríamos empezar a disfrutar del fin de semana que recién comenzaba...

Sentí un lagarto frió y afilado agarrarse a mi médula, mis ojos desorbitados mientras me quedaba observando una pantalla titileante que me ofrecía todas las opciones que un equipo de programación decente debía proveer a los usuarios de un juego de red: Inventario, estados, opciones, música...



Me erguí nuevamente y mire, vi a los jugadores, algunos riendo y bromeando, otros también en sus menúes intentando encontrar un botón que no estaba allí, y mire esa ciudad, increíble ciudad que no estaba hecha de baldosas y ladrillos, si no de números, montones de cálculos numéricos...



Entonces el cielo se volvió rojo, y se abrió en forma de panal, muchos mas usuarios empezaron a aparecer en la plaza, todos desconcertados, muchos asustados frente a la sorpresiva convocación del juego.

Me encontré mirando de nuevo al cielo, a mi lado vi a un usuario que al igual que mi y la multitud que se apretujaba en la plaza, miraba inquieto ese cielo rojizo. Mire por un segundo el nombre junto a su barra de vida: "Agnon".
Entonces apareció esa chica, y nos lo dijo y de repente me sentí pisando un mundo horrible, monstruoso, un mundo sacado de una pesadilla infernal y que en un minuto se había convertido en nuestra realidad...

Quise negarlo, quise creer que encontraría el botón de salida de un segundo a otro, y que regresaría a casa, a mis estudios, mis compañeros y la eterna correspondencia de mamá, pero no lo conseguí, caí de rodillas, mi NUEVO YO cayo de rodillas, debía acostumbrarme a habitar este cuerpo que al igual que todo ese plano maldito era una mentira matemática, empece a temblar, de furia, desesperación e impotencia, el miedo me tomo con su tenaza mortal y grité mientras me agarraba el pelo que en la vida real e obsesionaba.

Sosteniéndome con las manos, observe directamente la silueta fantasmagórica de mi asesina...